Popular debe tomar una decisión
elEconomista.es
De nuevo, Banco Popular vivió ayer otra jornada aciaga en bolsa, de modo que la entidad acumula un desplome de más del 24%, acumulado entre ayer y el miércoles. Fue este último día cuando se redifundieron unas declaraciones de la presidenta del Consejo Único de Resolución (SRB, según sus siglas en inglés), Elke König, quien aseguraba que seguía de cerca la gestión de la crisis del Popular.
El SRB es la pieza clave del nuevo mecanismo de resolución bancaria, a escala europea, y el mercado interpretó las palabras de la presidenta como el anticipo de una próxima intervención del banco que lidera Emilio Saracho. El propio organismo comunitario desmintió que su intención fuera lanzar ninguna alerta y la "vigilancia" de la que hablaba König puede enmarcarse dentro de sus tareas ordinarias.
Pero todos esos argumentos fueron completamente incapaces de calmar el nerviosismo dominante entre los inversores. Tampoco lo va a lograr la continuación de las desinversiones en activos no estratégicos. De hecho, Popular hizo público ayer que venderá a Crédit Mutuel su 49% en Targobank y se espera que próximamente anuncie la venta de su filial en Miami, TotalBank. Pero nada de lo anterior impidió que la acción terminará con una caída del 17,9%. Con este valor cotizando en 0,5 euros, está en duda incluso el plan de vender la entidad, ya que esa cifra se halla muy lejos de los 1,2 euros que el consejo de administración juzga aceptables.
Aunque la venta fracase, continúa abierta la opción de una compleja macroampliación, pero el tiempo corre y esa perspectiva no es suficiente para calmar a los mercados. Popular, por tanto, debe actuar con rapidez y tomar una decisión. La incertidumbre le penaliza.