Maltrato al Arco Mediterráneo
elEconomista.es
Los Presupuestos Generales del Estado vuelven a incidir en el error de descuidar la obra pública del Arco Mediterráneo. Así la menor inversión proyectada en obra pública ha agotado la paciencia de empresarios y ciudadanos, que claman por un mejor trato. Las quejas están más que justificadas.
Si este año es la Comunidad Valenciana la que ocupa el último lugar, con 119 euros invertidos por habitante frente a los 185 de media, en el último lustro la situación ha sido similar. Todos los territorios del Arco Mediterráneo (Cataluña, Baleares y Comunidad Valenciana) a excepción de Murcia aparecen siempre en los últimos lugares, frente a comunidades como Castilla y León que presentan una inversión anual per cápita superior a los 572 euros, o Galicia, con 465 euros.
Resulta evidente que la crisis impide que se destinen los mismos fondos que en el periodo de 2005 a 2009, pero los pocos que hay no están todo lo bien repartidos que deberían y generan desigualdades entre territorios. Esto ha llevado a que obras fundamentales para la economía del Mediterráneo, y de España, como el Corredor acumulen un abultado retraso.
Por si fuera poco, el descuido no tiene ni justificación si se valora el peso de estas regiones en el PIB. Así, por ejemplo, la Comunidad Valenciana equivale al 10% de la economía nacional y su peso en obra pública ejecutada ronda el 7%. Algo similar ocurre en Cataluña, que es una quinta parte del PIB y recibe un 12%. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha cometido un grave error al descuidar a estos territorios. Urge que termine el maltrato al Arco Mediterráneo. Primero porque es injusto y, segundo, porque eleva el sentimiento nacionalista.