Rectificación adecuada de Hacienda
elEconomista.es
El Congreso vota hoy el plan de subidas de impuestos que el Gobierno aprobó el pasado día 2. Se trata de un paquete cargado de medidas polémicas, pues elevan de forma indudable la presión fiscal sobre las empresas. Es el caso del alza de las cotizaciones sociales, de la limitación de las deducciones en Sociedades o del endurecimiento de los aplazamientos tributarios. Hacienda llegó al extremo de identificar las solicitudes de flexibilidad en los pagos con la evasión fiscal y las condenó a su casi completa desaparición.
El Ministerio se ha percatado de lo exagerado de esa posición y, tras negociar con las asociaciones de pymes y autónomos, mantendrá los aplazamientos para 2017, en el caso del IVA. Así, el año que viene aún será posible demorar el desembolso de hasta 30.000 euros, aunque es probable que el plazo se reduzca de 18 a un máximo de 12 meses.
Muchas pequeñas empresas y trabajadores por cuenta propia seguirán disponiendo así de todo un balón de oxígeno para su situación financiera. En el apogeo de la crisis, los aplazamientos fueron cruciales para su supervivencia. Pero ahora que la recuperación se ha consolidado miles de ellos siguen solicitándolos cada trimestre.
Los retrasos en los pagos que aún sufren por parte de las empresas para las que trabajan, y también de las Administraciones, implican que aplicar de forma estricta los plazos de declaración del IVA generaría unas tensiones de tesorería difíciles de soportar. Hacienda, por tanto, acierta al rectificar aunque lo haga de forma parcial. No en vano seguirán siendo inaplazables los pagos fraccionados en Sociedades, los cuales no sólo acaban de ser recuperados sino que además se ha elevado su cuantía al igual que el número de empresas a las que afectan.