Editoriales

Los riesgos que Trump entraña


    elEconomista.es

    A menos de una semana de las elecciones de EEUU, la incertidumbre vuelve a dominar las expectativas sobre su resultado. La abrupta manera en que el FBI reabrió la investigación sobre la irregular gestión que Hillary Clinton hizo de su correo electrónico, cuando era secretaria de Estado, llega en el peor momento. La ventaja que los sondeos otorgaban a la candidata demócrata respecto a su rival, Donald Trump, está en mínimos e, incluso, el aspirante republicano vuelve a imponerse en algunas encuestas.

    La mera expectativa de una victoria de Trump ya tiene efectos en las bolsas. Así, en Estados Unidos, el S&P encadena ya siete días de retrocesos y lo más probable es que pierda un 5% adicional si el multimillonario llega a la Casa Blanca. Los retrocesos aún serían mayores en Europa, una zona en el que el rojo ya es el tono dominante de los últimos días para los principales índices.

    Existen razones de calado que justifican el miedo de los inversores. Es posible que ámbitos como infraestructuras o defensa se beneficien del maná de inversiones (500.000 millones) que Trump promete, si es que finalmente puede materializarlo. Ahora bien, ese alivio sectorial no compensaría el daño general provocado por el ataque a las bases económicas mismas de EEUU, que se desencadenaría si el candidato lleva a la práctica sus tesis.

    El proteccionismo y el intervencionismo que estas últimas entrañan suponen una clara amenaza para aspectos tan fundamentales como el libre comercio o la independencia de la Reserva Federal. No puede acusarse, por tanto, a la bolsa de sobreactuar. Muy al contrario, el inversor debe ser consciente de que la victoria de Trump truncaría todas las expectativas de que los mercados terminen el año en positivo.