Editoriales

Los test no permiten relajarse


    elEconomista.es

    La gran conclusión de los test de estrés es que los grandes bancos españoles han cumplido. Todos tienen un nivel de solvencia razonablemente elevado y sobrevivirían a situaciones de crisis. La Autoridad Bancaria Europea (EBA) no duda de la robustez del sistema financiero español. Es más, dos de nuestras entidades, CaixaBank y Santander, se colocan entre los cinco primeros bancos que menos capital destruirían en un escenario adverso (el BBVA aparece en el octavo lugar).

    El ránking se establece teniendo en cuenta la resistencia de los balances y las perspectivas de los modelos de negocio. La sola aparición de bancos españoles en lo alto de esa clasificación habla bien del trabajo realizado desde la aparición de los primeros problemas en las cajas de ahorro. Los gestores han extremado las exigencias de capital, lo que ha contribuido de paso a una cierta recuperación del crédito. También se ha vigilado la gestión de riesgos, reduciendo la presencia del ladrillo problemático. Todo ello da solidez y resistencia, lo que es fundamental para no repetir errores pasados.

    Pero el sector no puede relajarse. Los resultados de los test colocan a España por debajo de la media europea. La presencia de otras tres entidades (Popular, Sabadell y Bankia) en la parte baja del ránking de los bancos que menos capital destruirían con una crisis no es positivo.

    Además, hay que tener en cuenta que estas pruebas no reflejan las consecuencias del Brexit ni de un periodo extremadamente largo de tipos de interés al cero, que erosionan la rentabilidad. Por tanto, no se puede pensar que con superar las pruebas se tiene un cheque en blanco que impide seguir trabajando en la mejora global del sistema financiero español. Todo lo contrario.