Caixabank se adapta a un mercado difícil

El desafío de la baja rentabilidad en la banca se agudizará en los próximos meses. No en vano queda descartado todo repunte de los tipos de interés, ya en mínimos, cuando el BCE planea situar el precio del dinero en negativo. En este contexto, Caixabank demuestra agilidad al redoblar esfuerzos en uno de los pocos frentes que ofrecen margen de mejora: el ahorro. La entidad minimizará todo nuevo daño o pérdida para que su coste de riesgo pase del 1% de 2014 al 0,5 en 2018, obteniendo así 1.100 millones que le permitirán arrojar un beneficio récord ya en 2017.

Caixabank ya demostró lo acertado de sus estrategias en lo peor de la crisis; cuenta, así, con avales que permiten augurar que sus tácticas volverán a funcionar, en un mercado todavía complejo.