Editoriales

Traspié en el mercado laboral en agosto


    elEconomista.es

    Agosto nunca es un mes benévolo para el mercado laboral, debido al término del verano, y ese carácter se mostró el mes pasado con especial intensidad. Según Empleo, el paro registrado aumentó en 21.769 personas con respecto a julio, casi el triple que en agosto de 2014. En cuanto a la destrucción de puestos de trabajo fue abultada: 134.000 empleos. Ni siquiera desestacionalizando el dato (eliminando los efectos calendario puramente coyunturales y, por tanto, incontrolables) se enjugan las pérdidas; desde este punto de vista, se perdieron casi 14.000 puestos de trabajo frente al avance de 18.622 de hace un año.

    Son cifras negativas cuyo alcance real, sin embargo debe matizarse, antes de sacar conclusiones precipitadas sobre un hipotético agotamiento de la creación de empleo en España. Ésta continúa actuando como demuestran los datos acumulados en los últimos 12 meses, un periodo en el que el número de empleos surgidos rebasaron los 530.000, tras elevarse un 3,19%.

    Es cierto que esta última tasa se está ralentizando, pero también lo es que se trata de una evolución esperable teniendo en cuenta que el empleo se acompasa a la evolución del PIB y resulta posible que aquél, tras un segundo trimestre de récord (cuando creció un 3,1%), esté experimentando ahora una cierta moderación que afecta a la creación de puestos de trabajo.

    Lo ocurrido en el mes de agosto puede, por tanto, considerarse un traspié dentro de la tendencia en líneas generales positiva que propician la recuperación y la reforma laboral. Lo que no es óbice para reconocer que dicha reforma presenta puntos débiles, como el excesivo peso del empleo temporal, y que debería verse reforzada por nuevas medidas, como una rebaja de cotizaciones.