El mercado vive un partido de ping-pong digno de Zhang Jike o Wang Nan, los jugadores de tenis de mesa que más medallas olímpicas tienen. Desde hace diez sesiones, los principales selectivos de renta variable de Estados Unidos y Europa han ido dando bandazos entre sus soportes y resistencias al son del flujo de noticias que emergen todos los días sobre las escaramuzas comerciales entre las primeras economías del planeta -ver gráfico-.
De un lado, la administración de Trump -con amenazas vía Twitter incluidas- ha tratado de chantajear y coaccionar a sus socios de comercio con aranceles a las importaciones de múltiples productos para lograr una balanza comercial entre ambos países algo más favorable para el país norteamericano -actualmente soporta un déficit de 500.000 millones de dólares-. Medidas destinadas a frenar la expansión de los últimos años que ha registrado el superávit comercial bilateral que mantiene China con EEUU y a las que el mercado ha reaccionado con pánico y fuertes vaivenes.
De otro, el Gobierno chino, liderado por Xi Jinping, ha manifestado en repetidas ocasiones su capacidad para responder sin miedo alguno a una guerra arancelaria. "Si Estados Unidos persiste en su comportamiento de unilateralismo y proteccionismo comercial, ignorando la oposición de China y de la comunidad internacional, China va a seguir hasta el final a cualquier precio y contraatacará contundentemente", llegaron a asegurar desde el Ministerio de Comercio del país asiático.
El pulso entre ambos gobiernos ha llevado a Wall Street a testar hasta en cuatro ocasiones en las últimas semanas su soporte urbi et orbi -los mínimos del año- donde tienen el foco los inversores de todo el mundo y que, de perderse, haría activar las órdenes automatizadas, desatando así el pánico bursátil, que está fijado en los mínimos del año.
"La consolidación que desarrollan los principales índices norteamericanos durante los últimos meses parece estar enmarcada dentro de figuras triangulares", asegura Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader.
"Si atendemos al S&P 500 todo apunta a que estamos ante lo que podría ser un triángulo simétrico, que es un patrón que generalmente suele ser una figura de continuidad alcista, algo que invita a seguir confiando en un contexto de reanudación alcista en cuanto concluya la actual etapa consolidativa", afirma el experto.
En ese sentido, los principales índices norteamericanos deben superar los altos que marcaron la semana pasada, es decir, los 24.682 puntos en el caso del Dow Jones y los 6.640 puntos en el caso del Nasdaq 100.
El último golpe de este partido de tenis de mesa fue amortiguado en la mañana de ayer por el presidente Jinping en la celebración del Foro de Boao con un discurso pacífico y aperturista prometiendo una reducción de los aranceles sobre productos extranjeros, como los vehículos.
Este mensaje no tardó en calar en las bolsas del Viejo Continente que, aunque de más a menos, protagonizaron una nueva sesión en el terreno positivo. Cabrero destaca que "el AEX holandés y el FTSE Mib italiano ya han conseguido superar sus respectivas resistencias". Y solo falta, añade, que los acompañen el resto de índices para alejar definitivamente el riesgo bajista.