La divisa británica alcanzó máximos en su cruce con el euro en las primeras horas del viernes, cuando superó el nivel de 1,1507 euros, ante las expectativas que se habían generado en torno a las negociaciones sobre el Brexit que tenían lugar en Bruselas entre el Gobierno británico y la Unión Europea. Sin embargo, pocas horas más tarde, la fortaleza de la libra se fue diluyendo después de conocer un nuevo dato débil en la construcción de viviendas en Reino Unido-la segunda caída mensual consecutiva- y ante los problemas que genera una moneda fuerte para una economía eminentemente exportadora. 68 de cada 100 libras que ingresan las firmas británicas del Footsie 100 provienen de fuera de sus fronteras, según Bloomberg. Esto diluyó las compras iniciales sobre la libra hasta llevar al cruce con la divisa comunitaria al nivel de 1,1366 euros al cierre del mercado del viernes, con una caída del 0,69%.
"Hemos visto un rally en la cotización de la moneda británica desde hace un par de semanas (con ganancias del 2% frente al euro) ante la expectación generada por las negociaciones, pero, sencillamente, lo que ha pasado es el clásico comprar con el rumor y vender con la noticia", afirmaba Craig Erlam, analista senior de la firma Oanda en declaraciones realizadas al británico Daily Mail. En este sentido, desde Monex, firma especializada en divisas, reconocen que "la política seguirá siendo el principal motor de la libra esterlina" en los próximos meses.
La correlación inversa que mantiene la divisa británica con el Footsie 100 se hizo notar una vez más ayer, puesto que la Bolsa de Londres realizó el juego contrario: llegó a ceder un 0,09% en la sesión para cerrar como el segundo selectivo más alcista de las grandes plazas europeas -por detrás del Mib italiano, que registró un avance del 1,40%- al anotarse un punto porcentual, hasta el nivel de los 7.393 puntos. No obstante, la incertidumbre generada ante la apertura de las negociaciones con Bruselas para planificar la salida de Reino Unido de la UE está pesando sobre el selectivo nacional que es el menos alcista de Europa en lo que va de 2017. Sus ganancias se limitan al 3,52% en el año, frente al avance del 14,57% del Dax alemán, el 9,15% que se apunta el EuroStoxx 50 o el 10,36% que logró en la sesión de ayer recuperar el Ibex 35, tras una subida del 0,57%.
Cuestión aparte es el Ftse Small Capitalisation Index, que agrupa a las firmas más pequeñas de la bolsa londinense, cuyas ganancias en el año van ya por el 11,6%. El motivo que está detrás de esta diferencia entre los gigantes bursátiles y las de menor capitalización es, precisamente, que estas últimas se centran en las ventas domésticas -y no en la exportación-, que no se han resentido a pesar de los malos augurios que vaticinaban una recesión en Reino Unido tras el breferéndum del 23 de junio de 2016.
Desde aquel momento, las bolsas se han recuperado con creces, aunque es el Ibex 35 el índice europeo menos alcista del Viejo Continente, con ganancias del 16,2% desde el día previo al Brexit (ver gráfico), aunque en su camino se ha cruzado la incertidumbre generada por el independentismo catalán que abrió un importante hueco respecto a Europa a comienzos del verano. Justo después se sitúa el Footsie británico cuyo avance se limita al 16,4%, frente a una caída de la libra del 12,8%, desde los 1,30 euros de entonces.
Al otro lado de la balanza, destaca el Dax Xetra que ha protagonizado una revalorización del 28,2% y se encuentra a un 2,5% de los máximos históricos que marcó en noviembre en los 13.478 puntos.