Las urnas británicas volvieron este jueves a la palestra marcadas por el Brexit y el terrorismo. El Partido Conservador de la primera ministra de Reino Unido, Theresa May, ha ganado las elecciones aunque ha perdido la mayoría absoluta, lo que puede complicar su estancia en Downing Street.
Las consecuencias en los mercados no se han hecho esperar. La libra, que repuntó tras el anuncio de elecciones sorpresa en abril, en la medida que los mercados entendían que un gobierno Tory más fuerte reforzaría la posición del Reino Unido en las negociaciones sobre el Brexit, hoy se debilita.
Y las firmas que tienen la mayor parte de su negocio en el Reino Unido son las que sufrirán (como ya ocurrió tras el Brexit) la depreciación de la libra al ver como se encarece el coste de las materias primas que muchas de estas empresas utilizan para fabricar los productos que venden.
En este contexto volvemos a prestar atención al índice británico Ftse 100, que a pesar de las incertidumbres generadas en los últimos meses ha conseguido marcar nuevos máximos históricos, entrando en subida libre absoluta, que es la situación técnica más alcista que existe.
"El selectivo británico cedió ayer los 7.470 puntos, lo que abriría la puerta a una corrección del último tramo alcista que podría volver sobre su origen, los 7.100 puntos, antes de que las alzas pudieran tener continuidad", señala Carlos Almarza, analista técnico de Ecotrader.
"Hablamos de asumir una corrección de aproximadamente un 5%, la tendencia alcista no será puesta en cuestión", continúa el mismo experto, que apunta a ese nivel como zona de stop para aquellos que estén posicionados tendencialmente. "Los que no estén dispuestos a asumir ese riesgo deberían de cerrar si a cierre semanal pierde los 7.470 puntos", concluye.
No obstante, "por lo general la debilidad de la libra es algo positivo para el índice británico debido a su alta exposición a los ingresos extranjeros (ronda el 70%)", señala James Butterfill, director de análisis y estrategias de inversión de ETF Securities, que además añade que ahora, "una hipotética subida de tipos en la segunda mitad del año parece menos probable en Reino Unido", para explicar el comportamiento alcista del selectivo británico en los primeros compases de la sesión.