Puede haber rebote a corto plazo, sí, pero si lo hay será vulnerable y de hecho, la recomendación es esperar a ver mayores caídas antes de decantarnos por salir nuevamente de compras.
Huele a rebote tanto en Europa como EEUU y por varias razones. La primera es el aguante desde soportes que se ha visto en Wall Street animado por, increíblemente unos malos datos económicos que se han publicado en EEUU: el aumento en las peticiones semanales de desempleo y una caída de las ventas minoristas mayor de lo esperado. Datos que inclinan la balanza del lado de los que no esperan subida de tipos de interés por parte de la Fed al menos no en la reunión de la próxima semana. Y la segunda, es por la ausencia de sorpresas por parte de los bancos centrales. Ayer el del Inglaterra confirmó lo que esperaba el mercado, que no había nuevos movimientos, y se espera que la semana que viene el de Japón anuncie algún tipo de medidas de estímulos adicionales para su economía.