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Los selectivos de Wall Street 'apagan la música' de la fiesta alcista

En el Viejo Continente sigue existiendo alegría, pero las miradas se dirigen a EEUU, que ha perdido suelos importantes. Una corrección al otro lado del Atlántico se trasladaría rápidamente a Europa, donde el Ibex 35 se ha acercado a su resistencia más relevante del año: los 9.360 puntos.

El Ibex logró mantener el 9.000 en una semana en la que la ausencia de nuevos estímulos por parte del Banco Central Europeo (BCE) fue fácilmente digerida por el mercado y en la que Wall Street cedía soportes relevantes al cierre de esta edición. El índice español, en máximos de abril, fue el único que logró cerrar en verde en el Viejo Continente: subió un 1,3% en cinco días, hasta los 9.025,5 puntos.

Mientras tanto, el Cac francés se dejó un 1,1%, el Dax alemán un 1% y el italiano Mib un 0,2%. La cara amable de las palabras pronunciadas el jueves por Mario Draghi, presidente de la institución, fue la revisión -para mejor- de los efectos del sí al Brexit sobre la economía europea. El banquero central, que en junio afirmó que el resultado del referéndum lastraría en 0,5 puntos el crecimiento del PIB de la eurozona hasta 2018, considera ahora que este año ese indicador crecerá una décima más de lo esperado (hasta el 1,7%) y que en 2017 y 2018 caerá a razón de una décima anual.

El Ibex encontró un gran apoyo en los bancos, que el jueves protagonizaron las alzas tras confirmarse que Draghi no bajará más los tipos de interés -actualmente en el 0%-, medida que haría aún más difícil para ellos obtener rentabilidad con su negocio. Así, entre las principales subidas de la semana encontramos a CaixaBank, Santander y Popular, además de IAG y Telefónica.

El índice español se queda a un 3,7% de su resistencia, el 9.360, que atacaría, según Joan Cabrero, jefe de estrategia de Ecotrader -la herramienta de inversión de elEconomista-, "con permiso de EEUU".

Estados Unidos, a perforar sus suelos

Wall Street cerró el viernes con caídas importantes, superiores al 2 % para el Dow Jones industrial, el S&P 500 y el Nasdaq Composite, unos descensos que hicieron que estos índices perdiesen sus soportes clave en los 18.250-18.295 del Dow Jones, los 2.157 del S&P 500 y los 5.197 del Nasdaq. La cesión de estos niveles "produciría un claro deterioro en Wall Street que abriría la puerta a un escenario correctivo", según explica Joan Cabrero.

En concreto, el Dow Jones cerró la semana en los 18.085,45 puntos, mientras el S&P 500 acabó en los 2.127,81 y el Nasdaq Composite en los 5.125,91 puntos.

"Hay alegría en las bolsas europeas, pero si EEUU corrige, Europa irá detrás", resume el analista. El escenario de fondo es alcista, con el Viejo Continente dirigiéndose hacia sus resistencias, pero en el corto plazo es preciso vigilar Wall Street. En este contexto, Ecotrader ha elevado la exposición a bolsa en 7 puntos, hasta los 67, el dato más alto del año.

Si la renta variable se sobrepuso rápidamente a la falta de medidas adicionales por parte del BCE, no ocurrió lo mismo con la fija (ver información bajo estas líneas).

A dos meses de las presidenciales en EEUU, la ventaja de la candidata demócrata, Hillary Clinton, sobre su oponente republicano, Donald Trump, vuelve a estrecharse. La media de las últimas encuestas otorgan a la primera el 45,6% de los votos, y a su rival el 42,9% (ver gráfico).

Más allá de los datos preelectorales, la sesión del viernes se vio lastrada por las declaraciones del presidente de la Fed de Boston, Eric Rosengren, que incidió en que retrasar las subidas de tipos supondría un riesgo para la economía y la banca de Estados Unidos. Ante la expectativa de un alza del precio del dinero, la rentabilidad del bono estadounidense se disparó en más de 7 puntos básicos, hasta el 1,67% (máximos de junio).

El petróleo también pesó con fuerza a la baja en Wall Street, con pérdidas superiores al 3% en el barril de Brent y en el West Texas. No ayudó el dato de inventarios mayoristas: éstos se congelaron en julio, mes en el que las ventas cayeron un 0,4%. Al cierre de esta edición, el índice de volatilidad Vix subía un 33% (su mayor alza desde el sí al Brexit).