Las principales bolsas europeas han desarrollado desde los máximos de junio, que ya les advertí que tenían visos de haber sido un techo temporal en los ascensos de medio plazo, una corrección que hasta el momento ha sido idéntica en cuanto a proporción a la que vimos en la segunda quincena de enero.
Desde el último pico se ha asistido a una caída del 5% en el EuroStoxx 50 mientras que el Ibex 35, con un descenso de casi el 10%, está a un paso de cumplir la regla consistente en esperar una corrección de doble dígito antes de comprar para subirse a una tendencia alcista en curso.
Estas caídas que hemos visto invitan a pensar más en comprar que en vender toda vez han servido para aliviar la sobrecompra en base diaria, si bien es cierto que semanal todavía es elevada aunque no lo extrema que era a comienzos de junio, que llegó a niveles en el EuroStoxx 50 que no se veían desde el año 2015 y 2017.
Pero lo más importante es que estas caídas permiten que tengamos una ecuación rentabilidad riesgo mejor de la que teníamos fechas atrás y será sobresaliente si finalmente las bolsas europeas emulan la corrección vista en la bolsa española. Piensen que si el EuroStoxx 50 acaba yendo a buscar los mínimos de mayo en los 3.855 puntos, que se encuentran a un 5% de distancia y cuyo alcance no se puede descartar si Wall Street opta por formar una consolidación o corrección de sus últimos y formidables avances, el recorrido o potencial recompensa hasta el objetivo que manejamos en los 4.575 puntos sería entonces del 18,50%.
En el Ibex 35, si retrocede a los 8.000/8.180 puntos, lo cual supondría un ajuste del 38,20% del movimiento alcista que nació en marzo o octubre del año pasado respectivamente, el potencial hasta el objetivo que manejamos de cara los próximos meses en los 10.100 puntos sería de alrededor de un 25%
La buena noticia es que este verano, que presumo que será bastante movidito, servirá para limpiar el mercado de sobrecompra y permitirá identificar una gran ecuación rentabilidad / riesgo para encarar una previsible recta final de año alcista. Esto último no hubiera ocurrido si las subidas hubieran tenido continuidad sin pausa alguna.