El año 2021 estaba llamado a ser recordado por lo que tiene que ser una gran recuperación económica mundial después del crash del año pasado provocado por la pandemia, y así los apuntaban las expectativas de los bancos de inversión.
Sin embargo, la tercera ola de la pandemia y las demoras en el proceso de vacunación retrasarán la salida de esta crisis de forma generalizada, dejando una recuperación en forma de K, donde habrá ganadores y perdedores.
En la parte alta de esa K deberían estar las compañías del sector petrolero ya que los precios del crudo ya han recuperado toda la caída que habían sufrido este último año. De hecho, en los últimos 12 meses el barril de Brent, de referencia en Europa, se anota más de un 10% y ya cotiza en la zona de los 60 dólares, máximos no vistos desde finales de enero 2020.
Esta situación debería funcionar de claro catalizador para la acción de Repsol, que pese a que ha conseguido recuperar cerca de un 70% desde los mínimos de 2020, todavía está lejos de los 12 euros en los que cotizaban sus títulos antes de la pandemia (ahora se sitúan en torno a los 9 euros).
Repsol ya ha anunciado algunos datos de 2020, antes de presentar sus resultados definitivos. Uno de estos aspectos ha sido el del margen de refino (la diferencia que les queda de vender cada barril frente al coste que tiene producirlo), que se ha situado en 1 dólar, quedando la media anual en 2,2 dólares (parte baja del guidance de Repsol).
"Creemos que la clave no estará tanto en sus beneficios como sí en la gestión del flujo de caja y, en consecuencia, de la deuda neta", explican desde Banco Sabadell. "Tras la recuperación de la acción en los últimos meses seguimos viendo potencial ya que el mercado está descontando un precio del crudo a largo plazo de menos de 50 dólares", agregan.
"Hay que recordar que cada 10 dólares de variación del Brent, suponen 540 millones de euros al año en el flujo de caja operativo y por cada 0,5 dólares en el margen de refino, Repsol aporta a su cuenta anual 92 millones", explican desde Renta 4.
En este contexto, el próximo 18 de febrero Repsol tendrá que exponer sus cuentas a un mercado que espera que anuncie 277 millones de euros, una décima parte de la expectativa que había hace apenas un año, cuando se estimaba un beneficio de 2.850 millones. De cara a 2022 la previsión del consenso de analistas recogido por FactSet fija unas ganancias de 1.675 millones.
"Creo que han realizado una buena gestión de la deuda, que sigue estable a pesar de la bajada del flujo de caja de los últimos meses", apunta Víctor Peiró, analista de GVC Gaesco. "Lo han compensado con menores inversiones y creemos que está en disposición de abandonar el pago de sus dividendos en scrip aunque sean pagos más bajos", concluye el experto.
La media de los expertos que la siguen fija su precio objetivo para los próximos 12 meses en los 10,25 euros, lo que le deja un recorrido al alza de casi el 17% desde sus niveles actuales. Asimismo, más de la mitad de ellos recomiendan comprar sus títulos mientras que solo el 12% sugiera deshacer posiciones.