Airbus ha comenzado el año con el pie derecho. El conglomerado aeroespacial confirmó ayer que arrebataba a la estadounidense Boeing el título de primer fabricante de aviones del mundo al haber superado su objetivo de entrega de aviones fijado en 860 unidades para el conjunto de 2019. El consorcio europeo ha logrado batir de manera pírrica las previsiones que lanzó en octubre al elevar su cifra de entregas respecto a 2018 en un 7,5%, hasta las 863 unidades.
Una cifra que contrasta con la registrada por su homóloga norteamericana, que ha visto como éstas descendían en más de un 50%, hasta 345, por una de las mayores crisis que ha atravesado en su historia, la del 737 Max, que se desató cuando un avión de pasajeros de Ethiopian Airlines de este modelo transportaba a 157 personas y se estrellaba en la Adís Abeba, en su trayecto hacia la Kenia el pasado 5 de marzo.
La que ha sido calificada por algunos expertos como una de las crisis más graves a las que se ha enfrentado el sector en los últimos tiempos, ha acabado reduciendo las distancias entre dos compañías que tienen más de un 95% de cuota de mercado del total de las ventas que se realizan en él. Es lo que en términos técnicos se conoce como un oligopolio, una situación del mercado en la que el número de vendedores es muy reducido, de manera que controlan y acaparan las ventas de determinados productos de forma casi total.
Desde entonces, la diferencia de valor bursátil entre Airbus y Boeing se ha visto reducida a más de la mitad. De los más de 130.000 millones de euros de distancia que había entre ambos se ha pasado en apenas diez meses a los menos de 60.000 millones que se alcanzaron ayer tras conocerse las últimas cifras de entregas. Y es que, ambas compañías se ven afectadas mutuamente (aunque en sentidos opuestos) cuando ocurren hechos de estas características, porque actúan a modo de vasos comunicantes.
La reacción en bolsa no se hizo esperar. Sus títulos registraron ganancias en la apertura del mercado europeo que llegaron a superar en algunos momentos de la sesión el 4% alentadas por los comentarios que analistas y firmas de inversión emitían sobre la firma. Los expertos de Vertical Research, por ejemplo reiteraron el consejo de compra que emiten sobre sus acciones y resaltaron de nuevo el precio objetivo que le otorgan a sus acciones, 150 euros, uno de los más elevados del consenso de mercado.
Y es que Airbus es una de las firmas que tienen una mejor recomendación para la media de firmas de inversión que la siguen. De hecho, según recogen desde FactSet, no hay ningún analista en la actualidad que aconseje deshacerse de sus acciones, mientras que quienes recomiendan a sus clientes tomar posiciones supera el 80%. Un porcentaje que contrasta con el visto en Boeing, donde menos de un 50% de los analistas que la siguen recomiendan comprar.
El hecho de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pueda reavivar sus intenciones de poner aranceles a productos europeos –algo con lo que ya ha amenazado a la Unión Europea si se mantienen los subsidios del bloque común a las aeronaves del conglomerado aeroespacial–, es el último clavo ardiendo al que se agarra Boeing para impedir que el recorte de distancias entre ambas compañías vaya a más.
Dice el refranero popular que lo que bien empieza, bien acaba. Airbus ha comenzado el ejercicio con claras alzas y está dando continuidad al rally de las últimas semanas. La compañía, que forma parte de la cartera del Tressis cartera Eco 30, fondo asesorado por elEconomista mantendría intacto el cartel de seguro para los alcistas, que se ha colgado. Y es que sus títulos se han revalorizado en nueve de los últimos diez ejercicios Conoce tu perfil inversor: