La posibilidad de que asistamos a un desplome dramático, "a cuchillo", como lo describe Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader, se va alejando, pero hay certezas de poco más. Ni se puede hablar de una continuidad de las caídas, ni de la formación de un rebote consistente. De momento, basta con asistir al intento del Dax 30 de cerrar el hueco bajista del martes de la semana pasada, cuando perforó, partiendo desde los 11.525 puntos y sin complejos, su "gran soporte", la zona de los 11.500 puntos, por debajo de la que sigue y de la que aún acecha el riesgo de que las pérdidas profundicen otro 15%.
La vía para cancelar esta amenaza es que el índice director de la eurozona supere precisamente los 11.525 enteros. Otros selectivos ya lo han hecho, animados por los renovados ánimos de Wall Street y por las positivas lecturas de los resultados empresariales.