Wall Street rubricó con un viernes en rojo una semana de caídas en la que el Dow Jones supo mantener el tipo por los demás selectivos. La reanudación de las amenazas comerciales de Trump a China con aranceles por valor de hasta 467.000 millones de dólares llevó a los índices a caer nuevamente -la cuarta jornada consecutiva para el Nasdaq-, pero el Dow Jones aguantó sobre los 25.790 puntos, desde donde abrió el hueco al alza de la semana pasada, despejando, de momento, las incipientes dudas.
No cerraron sobre soportes de corto plazo análogos los otros índices de referencia, lo que deja las primeras incertidumbres de que los últimos máximos históricos podrían ser un techo temporal. Los descensos generalizados se produjeron después de publicarse lo datos de empleo de agosto. La cifra salió mejor de lo previsto en creación de empleo, aunque la tasa de paro se mantuvo al 3,9%. Los salarios se incrementaron un 2,9% en términos anuales, frente al incremento del 2,7% del pasado mes de julio. Lo que provocó que el dólar cogiera fuerzas renovadas y se situara en 1,15 dólares.
El protagonismo del día fue para Tesla, que llegó a caer casi un 10% tras la dimisión del director financiero de la compañía y una polémica entrevista en la que su CEO, Elon Musk, aparecía fumando marihuana.