Prácticamente hay que remontarse cuatro meses para entender de dónde viene la bolsa española. El 9 de junio comenzó la inquietud relacionada con Cataluña, ya que Carles Puigdemont, el ahora destituido como president de la Generalitat, anunció la fecha del que sería el referéndum ilegal del 1-O. Y si hay algo que no le gusta al mercado es la incertidumbre. Por ello, mientras que la renta variable europea continuaba con su senda alcista, el Ibex 35 veía cómo se iba quedando relegado.
Tanto es así, que, desde junio, el selectivo se ha dejado un 6%, mientras que otros índices como el EuroStoxx 50, el Dax alemán o el Cac francés se han anotado un 3, un 5 y un 4%, respectivamente. De ahí que entre el Ibex y el resto de parqués europeos se haya abierto una brecha que, en estos momentos, es de casi 9 puntos porcentuales.