A raíz de la victoria de Donald Trump se ha producido una gran rotación hacia los sectores más beneficiados por las mayores expectativas de inflación y de subidas de tipos. Los expertos esperan que la tendencia continúe, si bien advierten de que puede haber ?baches? en el camino
Si el año 2016 comenzó con la el temor a una recesión a nivel global de fondo, el año ha entrado en su recta final con los inversores sumidos en la euforia y con una brutal rotación sectorial tras las elecciones en EEUU. En este giro en las carteras y en un mercado en el que retorna la inflación, los sectores más cíclicos han sido los principales beneficiados, mientras que las firmas más defensivas y las más endeudadas han sido denostadas por los inversores.
En este contexto, aunque con reservas, de cara a 2017 los analistas consideran que la rotación podría continuar y recuerdan que las compañías más favorecidas por una mejora de la economía, sobre todo en Europa, siguen ofreciendo un descuento con respecto a su media histórica. De este modo, en Ahorro Corporación consideran que en el Viejo Continente "los valores cíclicos podrían esquivar los riesgos políticos gracias a su valoración y a las rentabilidades de la deuda".
Y es que una de las principales premisas de los analistas de cara a este ejercicio es que los rendimientos de los bonos soberanos seguirán elevándose -aunque no de una manera brusca-, lo que debería servir de apoyo a este tipo de compañías. "Si el panorama de fondo cambia, podríamos experimentar una recuperación económica junto con medidas gubernamentales estimulantes y, a consecuencia de ello, los retornos de los bonos podrían desvanecerse", especifican desde Henderson.
De acuerdo con los datos recogidos por Morgan Stanley, los sectores más correlacionados positivamente con un aumento en la rentabilidad del mercado de renta fija, de las perspectivas de inflación y de los PMI son el bancario, el financiero, los automóviles y los materiales. En esta misma dirección, en BlackRock ven "una gran y sostenible rotación fuera de las compañías ligadas a los bonos hacia compañías que se benefician del repunte de la inflación".
"Conceptualmente, redirigimos nuestra estrategia de inversión desde preservar el patrimonio hacia conseguir rentabilidad (de ahora en adelante). Por tanto, nos movemos desde compañías de dividendo hacia empresas de crecimiento", indica, por su parte, el equipo de análisis de Bankinter, donde favorecen sectores como "el industrial, cíclico, bancario y tecnológico".
El bancario y el automóvil
Durante los últimos años, el principal perjudicado por las políticas de los principales bancos centrales del mundo desarrollado ha sido el sector bancario. El precio del dinero por los suelos y el aplanamiento de la curva de tipos ha provocado que sus márgenes y beneficios se hayan visto presionados, pero desde que las expectativas de inflación han mejorado -y, en concreto, desde la llegada de Donald Trump-, el sector ha sido el que mejor comportamiento ha tenido.
En este sentido, la Fed se encamina a subir tipos 3 veces durante 2017 y aunque el BCE no tiene en su hoja de ruta acabar con su programa de estímulos, sí que reducirá el ritmo de los mismos a partir de abril y el mercado ya cree que el primer alza del precio del dinero puede llegar durante 2018. Además, en Ahorro Corporación consideran que podría haber sorpresas positivas como una relajación regulatoria o un proceso de concentración en el sector.
Sin embargo, con el rally vivido por el sector durante las últimas semanas, muchos valores se han quedado sin recorrido y, sobre todo en Europa, las recomendaciones de compra escasean. Entre las grandes entidades norteamericanas Citigroup y Bank of America son las mejores opciones para los analistas, con sendos consejos de compra. Mientras, entre las diez grandes entidades del Viejo Continente los analistas solo aconsejan adquirir Intesa Sanpaolo e ING.
Otro segmento que se ha situado en buena posición para poder aprovechar el cambio en las carteras y una mejora del ciclo económico es el automovilístico. Los expertos esperan que el sector pueda tener un buen comportamiento el año que viene, algo que vendrá apoyado por uno de los crecimientos más importantes de los beneficios: se prevé que en el trienio las ganancias de las compañías europeas del segmento se incrementen un 114%. Además, su PER (veces que se recoge el beneficio en el precio de la acción) se sitúa en las 8,4 veces, lo que implica un descuento del 15% con respecto a su media histórica y ser el sector más barato del mercado europeo. "Estamos convencidos de que el sector del automóvil es clave para que las previsiones de crecimiento del PIB de los gobiernos y que, por lo tanto, no dejarán que las ventas de los coches caigan por un tiempo demasiado largo sin intervenir", apuntan en Barclays, donde destacan que "los indicadores macro actuales parecen un apoyo para un crecimiento mayor en el Viejo Continente el próximo año". Así, Renault y Peugeot se postulan como las opciones más atractivas para los analistas.
Sin embargo, no son pocas las casas de análisis que advierten de que el camino no está completamente despejado para el inversor: "A pesar del cambio en la visión macro, el mercado de acciones ya se ha movido de manera significativa para reflejar un impulso del crecimiento y de los precios", advierten desde UBS. Por este motivo, los analistas aconsejan prudencia a la hora de apostar de manera clara por aquellos sectores más beneficiados por un mayor crecimiento y una clara mejora en la inflación. Con la brusca rotación que se ha producido en las carteras, advierten de que podría haber momentos en los que el mercado pueda favorecer sectores más defensivos, lo que provocará turbulencias en las bolsas.