Las principales plazas de Wall Street no han registrado demasiados cambios en la jornada previa a que se conozca el dato de PIB de la primera economía del mundo, algo que sucederá en la jornada de mañana. Por ello, las principales plazas de Estados Unidos se han movido a la baja aunque sin excesivas pérdidas. Todo ello no cambia la situación alcista que experimentan todos los índices estadounidenses una vez que han superado sus altos de todos los tiempos.
Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader, señala que "la fortaleza que ha mostrado Wall Street en las últimas semanas es incuestionable". Por ello, el experto considera que "cualquier bajada en las principales plazas de Estados Unidos significan una oportunidad de compra". Y es que, todos los selectivos se encuentran en subida libre absoluta.
Algo que se logró el pasado martes gracias a la conquista de nuevos máximos históricos que experimentó el Nasdaq 100, cerrando la lista y llevando a todos los selectivos a la que es, según Cabrero, "la situación más alcista posible".
Y es que, al selectivo tecnológico fue al que más le costó alcanzar la zona de altos de todos los tiempos, un nivel que volvió a marcar a lo largo de la jornada de ayer. Unas subidas que hoy se ha dedicado a consolidar posiciones.
Pese a ello, el experto señala que "no nos sorprendería que en breve pudiéramos asistir a una corrección en el mercado norteamericano, que serviría para que se alivie la elevada sobrecompra que en estos momentos invita a no tomar posiciones al otro lado del Atlántico".
Con todo ello, el Dow Jones se ha dejado un 0,16%, que le ha llevado a cerrar en los 19.941,96 puntos, mientras que el S&P 500 ha hecho lo propio un 0,24%, hasta los 2.265,2 puntos. El Nasdaq 100, por su parte, ha terminado en los 4.948,9 puntos tras ceder un 0,1%.
El crudo, en máximos
El petróleo de referencia en Estados Unidos, el barril West Texas Intermediate, ha marcado nuevos máximos anuales a pesar de conocerse un descenso inesperado en los almacenes de oro negro del país norteamericano. En concreto, el barril ha llegado a subir un 3% en la sesión, hasta los 53,79 dólares, un nivel que no se había visto en todo 2016. Posteriormente se han moderado los avances, y el West Texas ha cotizado en el entorno de los 53 dólares.
La subida del barril se ha producido a pesar de la subida inesperada de los inventarios de crudo de Estados Unidos: el consenso de mercado recogido por Bloomberg esperaba un deterioro de 2,34 millones de barriles, pero, por el contrario, durante la semana que terminó el 18 de diciembre se produjo un aumento en 2,25 millones. Se trata del primer incremento en los almacenes de crudo del país en cinco semanas.
Fuentes citadas por Bloomberg explican que el mercado puede no estar dando demasiada importancia al incremento del petróleo guardado en los silos estadounidenses, ya que ha sido una semana con muy poco volumen de negociación.