El precio del petróleo sigue recuperándose de las caídas que está sufriendo en 2017. Ya sólo pierde en torno al 3,2%, después de subir más del 22,6%, desde los mínimos que tocó en junio, en los 44,4 dólares, hasta los 55 dólares en los que cotiza, un nivel que no se veía desde el pasado mes de abril.
Por la parte de la oferta, el último impulso alcista se ha producido en medio de rumores, publicados en Bloomberg, de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo -OPEP- parece estar de acuerdo en ampliar el recorte de producción, más allá de marzo de 2018, para cuando está planeado el final del pacto. También, hay que destacar que la última subida de precios ha llegado a pesar de que los inventarios de crudo en EEUU crecieron la semana pasada más de lo previsto: se estimaba un aumento de 4,3 millones de barriles y terminó siendo de 5,8 millones.
En cuanto a las estimaciones de demanda, también parecen estar pesando en los últimos avances que están experimentando los precios: la Agencia Internacional de la Energía -IEA, por sus siglas en inglés- actualizó ayer sus perspectivas de demanda para el año 2017, incrementándolas en 100.000 barriles diarios, hasta los 1,6 millones de barriles, un aumento del 6,7% hasta el ritmo más alto que se ha visto en los últimos dos años. La Agencia destaca, según se explica desde Bloomberg, que "el crecimiento de la demanda sigue siendo más fuerte de lo previsto, particularmente en Europa y Estados Unidos"; hay que destacar que se trata del tercer mes consecutivo en el que la IEA aumenta las previsiones de demanda de crudo global. Además, se aventura también a comentar, "en base a las recientes inversiones que se han realizado, todo apunta a que los mercados se están estrechando, y que los precios van a repuntar, aunque de forma muy modesta".