La semana ha sido mixta para el 'oro negro'. Mientras el barril 'Brent' europeo consiguió subir en torno a un 0,5% desde el lunes, el 'West Texas' estadounidense retrocedió, perdiendo más de un 1,2% en los últimos cinco días. La reunión de la OPEP terminó el jueves, sin acuerdo para recortar la producción ni establecer un limite.
La falta de acuerdo entre los miembros de la OPEP, principalmente Arabia Saudí e Irán, no ha sido capaz de presionar a la baja a los precios del petróleo con demasiada fuerza durante la semana: si bien el West Texas cayó cerca de un 1%, el Brent sí se revalorizó, en torno a un 0,5%. Ahora, el barril europeo se mantiene cerca de los 50 dólares, en el entorno de los 49,5, mientras el estadounidense acaba el viernes cerca de los 48,7 dólares.
Esto refleja que la Organización de Países Exportadores de Petróleo ya no es el principal foco en el que se está fijando el mercado, a la hora de valorar si compra o oro negro crudo. Durante los últimos meses, la especulación de que ya no sobra tanto crudo en el mundo, y que dentro de no demasiado tiempo este mercado volverá a estar equilibrado, ha quitado protagonismo a la posibilidad de que la OPEP establezca un límite en sus niveles de producción.
Así, hiciese lo que hiciese la OPEP, el petróleo parece querer dejar claro que la nueva normalidad es verle en el entorno de los 50 dólares, una barrera que, eso sí, le está costando superar: durante las últimas semanas han sido varias jornadas en las que los dos barriles han conseguido superar esa psicológica cota, perdiéndola en todas las ocasiones antes del cierre de la sesión.
Al margen del petróleo, la semana en el parqué de materias primas ha estado protagonizada por el rally que ha vivido el gas natural: su precio ha rebotado más de un 10,2% desde el lunes, impulsado, según se explica desde Bloomberg, por un aumento previsto en las temperaturas, mayor de lo estimado hasta ahora.
No hay que olvidar que el recurso energético es muy usado para la generación de energía para aires acondicionados en EEUU. En las últimas cinco jornadas, el precio del gas ha sumado más de un 22%, después de cerrar el viernes de la semana pasada con un avance superior al 10% -el lunes de esta semana no cotizó, debido a la festividad del mercado estadounidense-.
En cuanto al oro, rebotó más de un 2% semanal, a pesar de que cayó durante los cuatro primeros días. Y es que, el viernes tuvo un importante apoyo en el mal dato de empleo en Estados Unidos: la publicación está haciendo que el mercado se plantee si la Fed subirá los tipos en junio, o se lo va a tomar con más calma. Un retraso beneficia al oro, que gana atractivo como activo alternativo cuando los tipos de interés se mantienen bajos.