El recurso energético rebotó más de un 3% en la jornada, tanto para el barril 'Brent' como el 'West Texas', alcanzando ambos un nuevo máximo anual. El mercado confía cada vez más en que la sobreproducción en este mercado esté muy cerca de terminar hacia final de año.
Los inversores están dando crédito a la posibilidad de que a final de año ya no sobre tanto petróleo en el mercado. Esta estimación fue lanzada por la Agencia Internacional de la Energía -AIE- tras la reunión de productores en Doha, y cada vez parece que gana más peso entre los inversores.
Al menos, según Bloomberg esa es la causa que está detrás de los últimos avances: ayer, el Brent llegó a subir un 3,33%, tocando los 45,96 dólares por primera vez en el año. Por su parte, el West Texas estadounidense llegó a revotar un 3,66%, hasta los 44,2 dólares, también un nuevo máximo anual. Fueron las dos materias primas más alcistas de la sesión.
Otro signo de estabilidad para el recurso energético fue la presentación de resultados que tuvo lugar ayer, de la petrolera BP, que dejó un buen sabor de boca para los inversores. La empresa publicó unas ganancias superiores a los 500 millones de dólares, mientras que el consenso de expertos recogido por Bloomberg esperaba que hubiese incurrido en pérdidas.
El Presidente de la entidad, que dijo el pasado mes de febrero que llenarían las piscinas de Estados Unidos con petróleo este verano, se sumó ayer a la corriente de opinión que apunta a que el desequilibrio está cerca de terminar en este mercado, al explicar que "la demanda robusta y el débil crecimiento de la oferta contribuirá a que estemos cerca del equilibrio al final de año".
El Banco de Japón se reúne el próximo jueves y se estima que introduzca más medidas de flexibilización monetaria. Sobre todo, después de que la semana pasada el gobernador de la entidad, Haruhiko Kuroda, indicara que existen preocupaciones entre los funcionarios de la entidad con motivo de las alzas de la moneda. Lo que ha provocado que el yen no lograse cerrar en positivo en ningún cruce.
Por detrás de él se ha posicionado el dólar, incapaz de registrar ganancias con otra divisa que no fuera el yen en la jornada. Un informe mostró que los pedidos de bienes duraderos de Estados Unidos subieron menos de lo pronosticado. Algo que se produce un día antes de que concluya la reunión de la Reserva Federal, en la que no se espera que suba los tipos como sí que hizo en su encuentro de diciembre por primera vez en casi una década.
Así, el euro ha aprovechado la caída del dólar para reconquistar los 1,13 dólares. Un nivel que, sin embargo, no ha logrado mantener a la hora del cierre pese a anotarse una subida en este cruce de alrededor del 0,2%.
Como la moneda más alcista ha cerrado la libra esterlina, que ha registrado ganancias en los 10 cruces más importantes que monitoriza Bloomberg. La agencia estima que lo que la ha impulsado es que cada vez son menos los que estiman que Reino Unido acabará saliendo de la Unión Europea después del referéndum que se celebrará en junio. Además, los inversores podrían estar evaluando si han sido muy duros y demasiado rápidos en sus apuestas en contra de la divisa.