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Una subida de tipos en septiembre afectará a los países más endeudados en dólares

1/09/2016 - 20:03

El mercado no cuenta con que la Fed suba los tipos este mes y más tras conocerse que el ISM manufacturero perdió 3,2 puntos para ubicarse en 49,4 puntos, cayendo así por debajo del 50% que delimita la frontera entre contracción y crecimiento. Pese a ello, Janet Yellen no ha cerrado esa puerta y, si decide hacerlo, acabaría afectando a las economías emergentes así como a divisas como la libra o el yen.

Felipe López-Gálvez, analista de Self Bank, indica que, de producirse una inesperada subida de tipos en el encuentro de este mes, "las economías más endeudadas en dólares, como es el caso de las latinoamericanas, son a priori las que saldrán más perjudicadas". De la misma opinión es Joaquín Robles, analista de XTB, que a esta clasificación de países añade "empresas con deuda elevada que necesiten financiación, y países y empresas que exporten materias primas".

Beatriz Catalán, de Ibercaja Gestión, explica por qué estos países se verían afectados y es porque una subida de las tasas de EEUU "aumenta la carga financiera sobre los países endeudados en dólares". Pese a ello, la experta señala que "no es demasiado alarmante una subida de tipos ya que se mantendrían bajos y el bono a 10 años de EEUU sigue por debajo del 2%". Por lo tanto, considera la analista, la subida del precio oficial del dinero "no determinará su evolución económica".

Sin embargo, estos países todavía tienen bajo la manga un as que pueden emplear para mitigar los efectos de una normalización de tipos por parte de la Fed: subir sus tasas. Aun así, López-Gálvez indica que "nunca antes ha habido tanta diferencia entre las políticas impulsadas por la Fed y las de otros países occidentales". Y es que, dejar atrás la política expansiva para muchos bancos centrales "es un lujo que no se pueden permitir ya que encarecerían el crédito en sus respectivas economías", concluye.

La gran beneficiada de todo ello sería la moneda estadounidense que no ha hecho otra cosa que subir desde que la presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, dejase la puerta abierta a la subida de tipos en la reunión de septiembre en su discurso en Jackson Hole y con ella los bancos estadounidenses. De materializarse, la moneda de EEUU giraría al alza en todos sus cruces porque el mercado no tiene descontado este escenario. Algo que, por otro lado, provocaría que "los exportadores norteamericanos se vieran claramente perjudicados al perder competitividad", argumenta Antoni Bellfill, director de Gestión de Patrimonios de GVC Gaesco. Por el contrario, aquellos países que vieran su moneda debilitada sí que mejorarían en sus exportaciones.

Libra, yen y dólar neozelandés: las más expuestas

En cuanto al mercado de divisas propiamente dicho, desde Goldman Sachs consideran que las monedas más expuestas a un movimiento por sorpresa de la Fed este mes serían la libra, el yen y el dólar neozelandés. Aun así, Bellfill señala que "el euro, el yen o la libra ya han empezado a descontar dicha posibilidad desde la última intervención de Janet Yellen".

En este sentido cabe destacar de nuevo las divergencias que las políticas de estos bancos centrales tienen con la Reserva Federal. En el caso del Banco de Inglaterra, para evitar una recesión mayor de su economía ya ha bajado los tipos y ha incrementado su programa de compra de duda tras el Brexit. En el de la entidad nipona, no ha dejado de amenazar con una intervención en la política monetaria si el alza que experimenta el yen terminaba por afectar a su economía.

En cuanto al euro, "la subida del dólar será positiva para la eurozona, no solo para sus empresas exportadoras sino para las perspectivas e inflación", señala López-Gálvez. Y es que, el encarecimiento de productos denominados en dólares tales como el petróleo o el resto de recursos básicos dispararían los precios.

Además, el euro no escaparía de las caídas si la Fed sube las tasas y, de darse este escenario, el "podría ir a buscar niveles de 1,05 dólares", indica Bellfill, lo que haría más atractivas las exportaciones del Viejo Continente. Por el contrario, si la entidad estadounidense decide no mover ficha "volvería a dar un rango de movimiento de entre 1.10 a 1.15 dólares", concluye Robles.