Situación de corto plazo:
Las últimas subidas han llevado al Eurostoxx 50 (SX5E.ST) a comenzar a superar el importante entorno resistivo de los 3.265 puntos, que son una antigua zona de soporte que provocó un importante rebote en marzo del año pasado y el origen del último segmento bajista hasta los mínimos marcados en la semana de Navidad. Esto es una señal de fortaleza pero mucho nos tememos que asistir a más subidas va a ser muy complicado sin que Wall Street logre batir resistencias como son los 2.815 puntos del S&P 500. En tal caso no nos sorprendería que asistiéramos a un último coletazo al alza hacia los 3.310 puntos, cuyo alcance supondría una recuperación de la mitad de toda la tendencia bajista previa de medio plazo con origen los máximos de 2017 en los 3.710 puntos.
Por el momento no vemos signos de agotamiento comprador y para tener alguna evidencia que apunte hacia ello sería preciso que el Eurostoxx 50 pierda al menos los 3.270 puntos, que es el hueco que abrió ayer al alza, y posteriormente los 3.223 puntos, que son los mínimos de la semana pasada.
Situación tendencial:
La tendencia que define la principal referencia europea en el largo plazo es alcista, pero llama la atención el nuevo fracaso del Eurostoxx 50 en su versión total return (SX5T.ST) tras alcanzar su resistencia creciente de medio/largo plazo que discurría por los 7.500 puntos. Desde ahí las ventas vuelven a presionar al índice y estamos viendo durante los últimos meses una corrección bajista que, de momento, se mantiene del todo vigente y que podría llevar al DAX 30 (DAX.XE) a la base del canal que viene acotando su evolución durante los últimos años, que actualmente aparece por los 9.600-10.000 puntos. Antes del alcance de este objetivo se podría formar un rebote en este comienzo de año 2019 que lleve al Eurostoxx 50 a la zona de los 3.265-3.300 puntos.