Situación de corto plazo:
Las bolsas del Viejo Continente siguen sentando las bases para formar un suelo y la semana pasada los principales índices europeos se quedaron a las puertas de confirmar patrones de giro que nos invitarían a aumentar la exposición a renta variable en busca de un movimiento al alza que, cuando menos, podría llevar a los índices al origen de la última caída, concretamente donde concluyó el rebote que en su momento calificamos como ?el rebote de Judas?.
Estamos muy pendientes de ver si finalmente son superadas resistencias clave que venimos sugiriendo vigilar. Hablamos de resistencias como son los 9.745 puntos en el DAX 30 de Frankfurt o los 3.130 puntos en el Eurostoxx 50.
Todo apunta a que es cuestión de tiempo que el contraataque alcista tome cuerpo pero hasta que no tengamos confirmación de ello seguimos recomendando tener paciencia y no precipitarse dado que hasta que esas resistencias no sean superadas se mantendrá el riesgo de ver una continuidad de la tendencia bajista de los últimos meses y que se abriría paso perdiéndose los mínimos que marcaron los índices la semana pasada, tales como son los 9.200/9.250 en el Ibex 35 o los 2.987 en el Eurostoxx 50.
Situación tendencial:
La línea de vela que desplegó el Eurostoxx 50 el pasado mes de agosto nos indica que la corrección de los últimos meses ya no responde a una corrección del tramo iniciado en los mínimos del año pasado sino probablemente del tramo que nació en los mínimos de setiembre de 2011. Identificar lo que se está corrigiendo permite poder buscar las zonas de soporte y de giro potencial de medio/largo plazo que podrían ser alcanzadas en un contexto bajista en las bolsas europeas. Las zonas de gran soporte de medio/largo plazo cuyo alcance sería idóneo para comprar se localizan en los 2.800/2.970 puntos y los 2.600/2.680 puntos.
Si tenemos en cuenta los dividendos hay que tener presente que el Eurostoxx 50 total return se ha mostrado incapaz de batir de forma sostenida la zona de altos históricos que marcó el año 2000 y que ya frenó las subidas en el 2007, concretamente el entorno de los 7.000 puntos. El giro bajista desde ahí debe ser vigilado.