Situación de corto plazo:
Con la de ayer ya son cuatro las jornadas en las que el EuroStoxx 50 (SX5E.ST) consolida posiciones con toda la tranquilidad del mundo posiciones tras haber alcanzado la zona de importante resistencia de los 3.867 puntos, que es la que frenó las alzas tanto el año pasado como en el año 2015. Apenas ha retrocedido un 2% desde el máximo que marcó la semana pasada en los 3.874 puntos y esta tranquilidad es algo que sugiere que en cualquier momento podríamos asistir a una continuidad alcista.
En este sentido, que el alcance de esa fuerte resistencia de los máximos del año 2020 provoque un freno temporal en las subidas es algo que no nos sorprende como tampoco lo haría que en próximas fechas veamos a la principal referencia europea batir esta resistencia histórica, sin perjuicio de que consideremos que eso sería algo temporal y poco sostenible. En cualquier caso, de su ruptura depende que podamos favorecer con más firmeza y contundencia un contexto de continuidad alcista en próximos meses, consolidaciones y correcciones al margen, hacia siguientes objetivos que valoramos en los altos de 2017 en los 4.575 puntos, que es donde cotizaba el Eurostoxx 50 antes de la crisis de Lehman Brothers. Esto supondría alzas en torno al 20% adicional.
Operativamente, pase lo que pase en esta zona de resistencia, somos partidarios de ser pacientes y esperar a que se forme una nueva consolidación o corrección, similar a la que vimos entre julio y octubre del año pasado, antes de recomendar compras orientadas a medio / largo plazo. Esta consolidación o corrección serviría para eliminar la sobrecompra existente y sería ideal que se formara habiéndose superado antes la zona de resistencia de los 3.867 puntos. En caso contrario siempre nos quedaría la duda de hacia dónde podría ir un eventual giro bajista en ese entorno de resistencia histórica.
Situación tendencial:
El alcance de la zona de los 2.300 puntos en marzo de 2020 frenó la tendencia bajista y desde ahí el EuroStoxx 50 está formando una reconstrucción alcista que podría llevarlo a recuperar niveles pre-Covid en los 3.867 puntos. Esta subida hacia ahí es el escenario más probable salvo que un eventual recorte provoque la pérdida de los mínimos de octubre en los 2.920 puntos, donde se ha establecido el segundo suelo o peldaño dentro de esa reconstrucción alcista. La ruptura de los máximos de 2020 en los 3.867 puntos, que también coinciden con los máximos del año 2015, abriría la puerta a que el Eurostoxx 50 pudiera proseguir su tendencia alcista hacia los altos de 2017 en los 4.575 puntos, lo que supondría alzas en torno al 20% adicionales. Todo ello en la versión tradicional del Eurostoxx 50, sin efecto dividendos descontado en el precio. En su versión total return, la superación de los altos de 2020 situaría al índice en subida libre absoluta.