El alcance de los máximos que marcó el Eurostoxx 50 hace dos semanas, en la zona de resistencia de los 3.371-3.377 puntos, donde el pasado 24 de julio se abrió un hueco bajista, ha vuelto a funcionar a corto plazo como resistencia y desde ahí la principal referencia europea ha optado por consolidar posiciones.
Esta consolidación de corto plazo no cancela las opciones de que aún podamos ver una subida hacia el techo de la cuña que hace semanas venimos dibujándoles, que actualmente discurre por los 3.500-3.520 puntos, que es la resistencia que debe ser superada para que podamos favorecer un rally alcista sostenible hacia los máximos del año y techo del Covid-19 en los 3.867 puntos.
Para que podamos confiar en un mayor contraataque alcista es preciso que en ningún caso el Eurostoxx 50 pierda la base de esta cuña, que aparece por los 3.220 puntos, que son los mínimos que alcanzó la semana pasada y el origen del actual ascenso de corto plazo.