El rebote no da su brazo a torcer
Situación de corto plazo:
Las subidas que vimos ayer en el mercado norteamericano refuerzan nuestra idea de que aún es precipitado dar por muerta la posibilidad de que veamos una continuidad del rebote que se inició desde zonas de soporte clave como eran los mínimos que alcanzaron hace tres semanas.
Mientras no veamos la cesión de soportes como son los 7.417-7.455 puntos del Nasdaq 100 (NDX100.NQ) consideramos que lo más probable es que veamos una continuidad alcista que podría alargarse hacia la zona de altos del año. Esto es algo que ganaría muchos más enteros si se superan los máximos de la semana pasada, como son los 7.600 del Nasdaq 100 o los 2.910 del S&P 500 (SP500.CH).
Operativamente, haya o no esa subida adicional hacia los altos históricos, consideramos que la ecuación rentabilidad riesgo ya no es atractiva y para volver a comprar somos partidarios de esperar a que se forme una segunda pata bajista dentro de la corrección que nació a comienzos de mayo, tal y como dibujamos en el chart adjunto. La cuestión a tener presente es que si se superan los máximos de la semana pasada lo más probable es que esa segunda pata bajista no profundizará por debajo de los mínimos del rebote que se marcaron hace dos semanas, como son los 2.727 del S&P 500 o los 6.935 del Nasdaq 100.
Situación tendencial:
Los mínimos establecidos la última semana del año pasado en los índices norteamericanos, tales como son los 5.895 puntos del Nasdaq 100, los 21.712 del DowJones Industrial (DJI.NY) y los 2.346 del S&P 500, han sido un suelo y el origen probablemente de la reanudación de la tendencia en subida libre absoluta que desarrolla el mercado estadounidense a largo plazo. S&P 500 y Nasdaq 100 ya han marcado nuevos máximos históricos y entendemos que es cuestión de tiempo que el Dow Jones Industriales y el Russell 2000 hagan lo propio. Una corrección en próximas semanas sería vista como una oportunidad para aumentar exposición de forma significativa en renta variable estadounidense.
