Situación de corto plazo:
Las líneas de vela en forma de martillo que desplegaron el jueves los principales índices norteamericanos ya nos advertían, como señalamos el viernes, de un cierto agotamiento vendedor a muy corto plazo y de la posibilidad de asistir a un rebote que a priori nos parece que va a ser muy vulnerable y previo a una continuidad bajista que aún podría tener cierto recorrido antes de que se retome la tendencia alcista que se inició en los mínimos de Navidad.
En este sentido, todo apunta a que los máximos que marcaron los principales índices estadounidenses la semana pasada han sido un techo dentro de la tendencia alcista que nació en los mínimos de Navidad y el punto de origen de una corrección que debe servir para aliviar la sobrecompra acumulada y tras la cual lo más probable es que las subidas tengan continuidad.
Esta corrección podría llevar al S&P500 (SP500.CH) a buscar la zona de los 2.720 puntos, cuyo alcance sería una oportunidad inmejorable para comprar renta variable norteamericana. Haya o no un rebote adicional a corto plazo seguimos insistiendo que hay que esperar a esta corrección más profunda antes de aumentar de un modo significativo la exposición a bolsa norteamericana.
Situación tendencial:
Los mínimos establecidos la última semana del año pasado en los índices norteamericanos, tales como son los 5.895 puntos del Nasdaq 100 (NDX100.NQ), los 21.712 del Dow Jones Industrial (DJI.NY) y los 2.346 del S&P 500, han sido un suelo y el origen probablemente de la reanudación de la tendencia en subida libre absoluta que desarrolla el mercado estadounidense a largo plazo. S&P 500 y Nasdaq 100 ya han marcado nuevos máximos históricos y entendemos que es cuestión de tiempo que el Dow Jones Industriales y el Russell 2000 hagan lo propio. Una corrección en próximas semanas sería vista como una oportunidad para aumentar exposición de forma significativa en renta variable estadounidense.