Situación de corto plazo:
Llevamos tiempo insistiendo en el riesgo de que las principales bolsas norteamericanas se dirigieran a su zona de mínimos del año, donde se encuentran los niveles que hemos calificado como soportes urbi et orbi, de cuyo mantenimiento depende que no confirme un cambio de ciclo en Wall Street. De hecho, si se pierden de forma generalizada esos mínimos del año, algo que ha sucedido ya en el S&P 500 (SP500.CH) y en el Dow Jones Industrial (DJI.NY), pero no en el Nasdaq 100 (NDX100.NQ), estaríamos delante de una tendencia bajista que estaría corrigiendo las subidas que se iniciaron en los mínimos de 2009 y no las que se originaron en los mínimos de 2015, lo cual plantearía un recorrido adicional bajista de al menos un 15%.
Por el momento, no queremos encender todas las alarmas y recomendamos estar pendientes de la evolución del Nasdaq 100, que se ha convertido en el último mohicano. El principal índice tecnológico todavía no ha alcanzado sus mínimos del año en la zona de los 6.165 puntos, por lo que todavía hay esperanza de asistir a un reversal alcista, que es lo que esperamos para decidir aprovechar nuestra importante liquidez para comprar. Sin ese reversal no somos partidarios de comprar.
Situación tendencial:
La fase de consolidación lateral que desarrolla el S&P 500 desde comienzos de este 2018, y que podría tener continuidad en el 2019, tiene visos de que podría ser idéntica o muy similar a la que vimos en 2015 y 2016. Hasta el momento estamos ante un calco a lo que vimos en la segunda mitad de 2015. Así, después de una fuerte caída, como la que vimos en octubre, el S&P 500 formó un amplio rebote tras el cual se desarrolló un nuevo movimiento bajista hacia los mínimos del año 2014, cuyos análogos serían ahora los mínimos de este año 2018, donde están los soportes urbi et orbi, que es donde nos encontramos en estos momentos.
La tendencia alcista que definen los principales índices norteamericanos desde el año 2008 / 2009 solamente se pondría en jaque si los principales índices norteamericanos pierden de forma generalizada los soportes urbi et orbi, que son la base de la última consolidación en los mínimos que marcaron el pasado 9 de febrero, tales como son los 2.532 del S&P 500 o los 6.164 puntos del Nasdaq 100, que son la línea divisoria que separa una consolidación, del todo normal en tendencia, de una corrección que pondría en jaque la continuidad de la tendencia alcista de largo plazo en Wall Street. Operativamente, una vuelta a esos soportes urbi et orbi la veríamos como una oportunidad inmejorable para comprar bolsa norteamericana si ahí apareciera algún signo de agotamiento vendedor.