Tono mixto en las bolsas europeas en el ecuador de una sesión en la que lo más destacable está siendo ver como los principales índices de referencia están encontrando dificultades para seguir avanzando. Ya advertíamos en la jornada de ayer al cierre que los índices desplegaron líneas de vela que en el argot técnico oriental se conocen como estrella fugaz, que plantean un agotamiento comprador que a corto podría provocar un ajuste de las últimas subidas.
Operativamente, gracias a que el Eurostoxx 50 ya ha alcanzado el origen de la última caída, esto es, los 3.475/3.485 puntos, ya podemos calificar el soporte de los 3.300/3.325 puntos, como la línea divisoria que separa un escenario de continuidad alcista de uno potencialmente bajista de cara a las próximas semanas, dependiendo de si la principal referencia europea se mantiene por encima o lo pierde respectivamente.
Del mantenimiento del soporte de los 3.300/3.325 puntos depende que no se vean alteradas las posibilidades de seguir viendo mayores alzas hasta resistencias que la principal referencia europea presenta en la zona de los 3.500/3.550 puntos, que es por donde discurre actualmente la tangencia con su directriz bajista. Superar esta resistencia es el paso que exigimos de cara a poder seguir confiando en un contexto de alzas adicional hasta la zona de altos del año en 3.835 puntos.
En el caso del Ibex 35, vigilamos el soporte de corto plazo de los 10.261 puntos, cuya cesión sería un evidente signo de debilidad que abriría la puerta a mayores caídas a probar la solidez del soporte clave de los 10.000 enteros. En cualquier caso, operativamente, mientras no se pierdan los 10.000 enteros no somos partidarios de seguir reduciendo exposición a bolsa española y, de hecho, los mínimos que muchas curvas de precios han marcado esta semana ya podrían utilizarse como referencias de stop agresivas ya que de su mantenimiento depende que sigan manteniéndose intactas las posibilidades de seguir viendo mayores alzas en próximas semanas.