Las bolsas europeas están formando a corto plazo un rebote que, de momento, está sirviendo para recuperar gran parte de las caídas de la semana y que en el mejor de los casos podrían formar parte de la segunda pata dentro del proceso de rebote que nació en los mínimos de marzo. Para confiar en esta posibilidad lo mínimo exigible es que el EuroStoxx 50 logre cerrar una sesión sobre los 3.840 puntos, lo que permitiría cerrar el hueco que se abrió a la baja en la apertura de esta semana. El siguiente escollo resistivo sería romper la directriz bajista que viene guiando a la perfección las caídas desde los máximos que marcó el EuroStoxx 50 (SX5E.ST) el pasado 5 de enero en los 4,395 puntos, que discurre actualmente por los 3.900-3.920 puntos. Mientras eso no suceda el control a corto plazo seguirá en manos de los bajistas a pesar del rebote.