Situación de corto plazo:
Las bolsas europeas han entrado en la fase 2 del rebote que iniciaron a mediados del pasado mes de marzo y su continuidad depende en gran medida de si Wall Street logra aguantar sobre sus soportes clave de corto plazo, cuya cesión plantearía la posibilidad de haber visto un techo de su rebote. Hablamos de soportes como son los 2.955 del S&P500 (SP500.CH), los 24.465 del Dow Jones Industrial y los 9.150 del Nasdaq 100 (NDX100.NQ).
Dejando de lado esa preocupante debilidad de Wall Street, lo más destacable que vimos ayer en las bolsas europeas fue ver como el Eurostoxx 50 logró batir los máximos que marco el pasado mes de abril en los 3.023 puntos, algo que no han logrado ni el FTSE Mib italiano, ni el Ibex ni el CAC 40 galo. Para que podamos favorecer una fase 2 del rebote consistente y más amplia es imprescindible que el Ibex 35 logre batir los 7.200-7.450 puntos, el CAC los 4.720 y el FTSE MIb los 18.300.
La superación de estas resistencias invitaría a confiar en un rebote en fase 2 más amplio y optaríamos por seguir abriendo más estrategias de compra agresivas. Para estrategias de corte tendencial o con miras a medio/largo plazo seguimos insistiendo que hay que esperar a que Wall Street corrija al menos la mitad o el 61,80% de Fibonacci de todo el rebote.
A corto plazo también estamos pendientes de la evolución del DAX 30 (DE000SLA2P) alemán en la zona de resistencia que presenta en los 11.680-11.900 puntos, que corresponde con una zona de giro potencial muy importante, como es la recuperación del 61,80-66% de toda la caída desde el techo del Covid-19. Mucho nos tememos que las subidas podrían encontrar serias dificultades para continuar en este entorno resistivo y debería de superarse para poder confiar en alzas sostenibles en las bolsas europeas.
Situación tendencial:
La tendencia alcista que definía desde el año 2009 el EuroStoxx 50 Total Return (SX5T.ST), que es la versión mejorada del índice tradicional EuroStoxx 50 (SX5E.ST) que contempla la reinversión de los dividendos que reparten periódicamente las empresas que forman parte del índice, se ha cancelado tras asistir a la pérdida de los 6.000 puntos, que eran los mínimos de diciembre de 2018. Es momento de ir aprovechando rebotes para obtener una liquidez que será muy necesaria y preciada para cuando detectemos un suelo y podamos recomponer la cartera con una visión de largo plazo.
Un rebote en las bolsas europeas no nos sorprende ya que se está formando tras alcanzarse entornos de soporte histórico en muchos índices, como los 8.150-8.200 puntos del DAX 30 alemán (mínimos en 8.250), donde se encuentra una antigua resistencia de muy largo plazo como son los son los máximos de la burbuja tecnológica del año 2000 y de la crisis financiera del año 2007-2008. Todo apunta a que este soporte será partido en dos en un próximo hachazo bajista ya que seguimos considerando que es muy difícil que hayamos visto un suelo más allá de algo temporal.
Si atendemos a la estructura de precios que vemos en los índices del Viejo Continente mucho nos tememos que aún no hemos visto lo peor. Por poner un ejemplo, el DAX 30 alemán todavía no ha alcanzado ni siquiera el objetivo de caída mínimo del patrón bajista en forma de doble techo que confirmó tras perder los 10.270 puntos y que aparece en los 7.700 puntos del índice germano.