Situación de corto plazo:
Los signos de cierto agotamiento comprador que vimos el martes ya nos advirtieron de la posibilidad de asistir a corto plazo a una fase de consolidación que vemos del todo normal y que no altera en absoluto la situación técnica alcista del mercado norteamericano. Para que se altere esta tendencia alcista sería preciso que una eventual caída profundizara por debajo de los mínimos que marcaron los índices estadounidenses el pasado mes de octubre, tales como son los 2.855 del S&P 500 (SP500.CH).
Por el momento, una eventual caída la consideramos como un simple pull back o vuelta atrás hacia la zona de antiguas resistencias crecientes que fueron superadas semanas atrás y que abrieron la puerta a que el mercado norteamericano entrara en subida libre absoluta. Este pull back o vuelta atrás podría llevar al S&P 500 a la zona de los 3.060 puntos, desde donde consideramos que lo más probable es que la tendencia alcista se retome. La cesión de este soporte de los 3.060 puntos, preferiblemente a cierre semanal, lo veríamos como un signo de debilidad preocupante para los intereses alcistas y advertiría de una corrección que a priori consideramos que en el peor de los casos podría buscar los 2.950 puntos.
Situación tendencial:
Los mínimos establecidos la última semana del año pasado en los índices norteamericanos, tales como son los 5.895 puntos del Nasdaq 100 (NDX100.NQ), los 21.712 del Dow Jones Industrial (DJI.NY) y los 2.346 del S&P 500, han sido un suelo y el origen de la reanudación de la tendencia que desarrolla el mercado estadounidense a largo plazo. Mientras estos mínimos de Navidad no se pierdan la tendencia principal o de largo plazo se mantendrá alcista, máxime tras conseguir los principales índices estadounidenses batir resistencias que los vuelven a situar en subida libre absoluta, lo cual permite que dejen atrás la consolidación que iniciaron a comienzos de 2018 y retomen la tendencia alcista que nació el año 2009.