Economía

Reino Unido se enfrenta a un año de recesión tras perder un 5% de su PIB por el Brexit, según los analistas

  • Los trabajadores llevan 13 años sin aumentar sus ingresos
  • Los intereses de la hipoteca se dispararán 5 puntos a los que renueven este año
Foto: Dreamstime

Víctor Ventura

Reino Unido apunta cada vez más a ser el 'hombre enfermo de Europa'. Con una inflación del 8,7%, muy superior a la de la Zona Euro (6,1%) y la más alta tanto de toda Europa occidental como de todo el G-7, el miedo a que los precios altos se enquisten han llevado al Banco de Inglaterra (BoE) a subir tipos a una velocidad más cercana a la de la Reserva Federal que a la del BCE. Y la consecuencia será un año entero de recesión, según los cálculos de Bloomberg Economics publicados hoy.

En su análisis, los economistas Dan Hanson y Ana Andrade esperan una recesión que dure todo un año, desde el invierno de 2023 hasta el otoño de 2024, como "precio a pagar" para reducir una inflación mucho más resistente que la de sus países vecinos. Una situación de la que los economistas Simon Wren-Lewis y John Springford culpan a una decisión particular británica: el Brexit, que ha costado un 5% del PIB británico, "en el nivel más alto o incluso peor de lo que los economistas habían imaginado".

Los datos apuntan a que Reino Unido tiene la peor inflación subyacente de todo el G-7, en el 7,1%, y, peor aún, no ha dejado de crecer. La estabilización de los precios de la energía, los principales impulsores de los precios durante el 2022 tras el ataque militar ruso contra Ucrania, no han logrado reducir las cifras de inflación (como sí ha ocurrido en España) porque los precios de los servicios han seguido subiendo, y los alimentos se han mantenido muy altos.

Wren-Lewis apunta en su análisis que el mayor problema es que el Brexit ha reducido de forma irreparable la oferta de bienes en el país, causando un aumento generalizado de precios para el que la única solución es bajar la demanda, empobreciendo al país. Las subidas de tipos del BoE, en este sentido, podrían quedarse cortas: Hanson y Andrade creen que las alzas que planea el banco central, del 5% actual a un 5,75%, no serán suficientes para que la inflación cierre el año por debajo del 5%. Los mercados, apuntan, ya prevén que el precio del dinero toque techo en el 6,25%. Y si una subida hasta el 5,75% ya podría provocar una caída del 1% del PIB, todo lo que sea ir más para arriba sería mucho peor. "Según los tipos van superando la barrera del 5%, creemos que el riesgo de un shock de estabilidad financiera aumenta exponencialmente", advierten.

El golpe económico se está dejando sentir en todo el país. Los ingresos reales llevan 13 meses seguidos cayendo, y el think tank The Resolution Foundation calcula que los salarios medios llevan estancados desde 2008. Y, pese a ello, el gobernador del BoE, Andrew Bailey, advirtió de que los niveles de aumentos salariales actuales -que no llegan a compensar las subidas de precios- son "demasiado altos" para frenar la inflación. En otras palabras, los trabajadores, que llevan 15 años sin registrar una mejora en sus ingresos reales, deben perder aún más poder adquisitivo todavía para ajustarse al empobrecimiento generalizado del país en los últimos años.

Vivienda por las nubes

A eso se suma el golpe que están sufriendo las familias con la vivienda por culpa de las subidas de tipos y la inflación. Las ayudas al alquiler para las personas más desfavorecidas, que reciben un tercio de los ciudadanos británicos, ya solo dan para pagar un 4% de las viviendas en el mercado, frente al 12% que se podían alquilar con esas ayudas en abril. En algunos casos, la diferencia entre el coste del alquiler y las ayudas que reciben las familias más vulnerables se han duplicado en el último año, y el Gobierno no tiene el dinero para aumentar esas ayudas.

Peor aún lo tienen las familias con hipotecas. El coste medio de los intereses rondaba el 4,5% en abril, y ha superado ya el 6% esta semana. Y la mayoría de los créditos a tipo fijo en Reino Unido deben renovarse cada dos años, lo que apunta a un carrusel de familias que verán sus intereses dispararse desde el 1,4% que se pagaba en junio de 2023. Dado que los anuncios del BoE indican que los tipos no van a dejar de crecer en el futuro próximo, el golpe a las familias hipotecadas puede suponerles varios miles de libras en intereses extras en los próximos dos años.

La situación económica supone una tormenta perfecta para el Gobierno de Rishi Sunak. Las elecciones deben celebrarse durante el próximo año, muy probablemente entre primavera y otoño, y el Partido Conservador está hundido en las encuestas, unos 20 puntos por detrás del Partido Laborista en la media de los sondeos. Lo último que necesita es un año de recesión, subidas constantes en las hipotecas y los alquileres y empobrecimiento generalizado de los trabajadores. "Parece que las consecuencias económicas de este período de Gobierno 'Tory' para el nivel de vida promedio en el Reino Unido han sido extraordinariamente malas", concluye Wren-Lewis.