El FMI pide a España y al resto de Europa "mantener un fuerte apoyo" fiscal ante el repunte de la pandemia
José Luis de Haro
Nueva York,
El Fondo Monetario Internacional ha presentado este miércoles en Washington sus Perspectivas Económicas Regionales para Europa donde estima que la región se contraerá este año 7% y anticipa una recuperación parcial y desigual para el próximo año. En el caso de España, Alfred Kammer, director del Departamento Europeo de la institución desde el pasado mes de agosto, aseguró durante una rueda de prensa que las perspectivas de la institución para nuestro país ya incluyen el impacto de una segunda ola de infecciones.
"Hemos incluido ya el impacto de la segunda fase, sin embargo estas previsiones son muy inciertas. No obstante hemos llegado a la conclusión de que la segunda ola se tratará de forma diferente a la primera fase de infecciones", explicó al ser preguntado por este periódico.
Kammer enumeró la serie de factores que explican por qué nuestro país se ha convertido en el más afectado desde el punto económico por la pandemia. Su dependencia en el sector turístico, el gran número de pequeñas y medianas empresas así como el elevado número de empleos temporales son las tres razones que justifican la contracción del 12,8% que estima el Fondo para la economía española este año.
Sobre el reparto de fondos europeos para la reactivación económica, el director del Departamento Europeo del FMI dijo que estos "deben estar disponibles lo antes posible" y se mostró confiado de que esto ocurrirá pronto.
Según sus cálculos, estos fondos pueden tener un impacto positivo medio en el crecimiento de los países que los reciban de entre un 0,75% y un 1,5%, dependiendo de cómo se absorban.
La proyección de crecimiento del PIB real para España del 7,2% para el año que viene supone un gasto público adicional de alrededor del 1,25% del PIB procedente de la utilización del mecanismo de recuperación de la UE con un impacto real estimado en el PIB de alrededor del 1% en 2021.
Aún así, el momento de su desinversión, el tamaño y la composición así como su impacto en el PIB siguen siendo muy inciertos, según el Fondo.
Para Europa en su conjunto, si bien se prevé que el PIB real repuntará un 4,7% en 2021, este crecimiento aún será un 6,3% más bajo en relación con las proyecciones estimadas antes de la pandemia. Esto implica una pérdida del PIB de casi 3 billones de euros y la institución anticipa que gran parte de ésta no se recuperará a medio plazo.
"Los riesgos siguen siendo importantes y están aumentando a medida que avanza y se intensifica la segunda ola de infecciones. Dada la considerable incertidumbre, las políticas deben mantener su apoyo para sostener la recuperación", indicó Kammer.
Desde su punto de vista, la respuesta política sin precedentes, tanto en rapidez como en escala, ha impedido que la crisis haya tenido consecuencias aún más devastadoras. Por poner un ejemplo, el Fondo estima que al menos 54 millones de empleos en algún momento han sido respaldados por algún tipo de plan de retención laboral en el Viejo Continente.
Por regiones, está previsto que la eurozona se contraiga este año un 8,3% para crecer un 5,2% en 2021 y un 3,1% en 2022. Las economías nórdicas (Dinamarca, Islandia, Noruega y Suecia) sufrirán un crecimiento negativo del 4,2% en 2020 para retomar un ascenso del 3,5% y del 2,8% durante los próximos dos años respectivamente.
Otras economía avanzadas de Europa, que incluyen a la República Checa, Israel, San Marino, Suiza y Reino Unido) se contraerán un 8,5% este año y repuntarán un 5,4 en 2021. Las economías europeas emergentes verán como la actividad sufre una contracción del 4,6% en el presente ejercicio y un repunte del 3,9% el año que viene.
El FMI considera que el tamaño medio de los paquetes de alivio fiscales en 2020 ha sido del 6,2% del PIB para las economías avanzadas en Europea y del 3,1% del PIB para las emergentes. Por su parte, las políticas monetarias sumamente acomodaticias del Banco Central Europeo y otros bancos centrales han visto como sus efectos también se han notado en Europa emergente.
"Para las economías de la UE, estimamos que sin las acciones fiscales y el fuerte apoyo, la actividad económica podría haber ha sido entre 3 y 4 puntos porcentuales más baja en 2020", señala Kammer.
Según avisa, los gobiernos europeos deben hacer todo lo que sea necesario para contener la pandemia y su daño económico, por lo que no se debe retirar el apoyo prematuramente para evitar así "que se repita el error de la crisis financiera mundial".
Con el tiempo, eso sí, el apoyo debe ser cada vez más específico y también más flexible para facilitar la reasignación de recursos y la transformación de la economía. La protección de la salud de las personas sigue siendo imperativa, incluso mediante la cooperación internacional.
"Los riesgos siguen siendo importantes y están aumentando a medida que avanza y se intensifica la segunda ola de infecciones"
Los programas de apoyo a los ingresos y de retención laboral deben mantenerse. A medida que la pandemia evoluciona y la economía comience a recuperarse, los programas deben adaptarse para ofrecer apoyo a los trabajadores, por ejemplo, a través de programas de capacitación y aprendizaje.
Para las empresas, las políticas deben ir más allá del apoyo a la liquidez y garantizar que las empresas insolventes pero viables puedan seguir funcionando. El Departamento Europeo del Fondo estima que en las economías avanzadas alrededor de un tercio del déficit de solvencia inducido por la pandemia podría abordarse mediante las políticas ya anunciadas, como subsidios salariales, subvenciones o devoluciones de impuestos.
El FMI considera que si no se producen nuevos shocks o episodios adversos, el ratio de capital medio de los grandes bancos de la UE debería mantenerse muy por encima de los requisitos mínimos. Aun así, los préstamos en mora aumentarán y se deben formular políticas para su eliminación de forma eficiente.