Economía

Un Mercosur debilitado y estancado intenta conseguir la vuelta de Paraguay

El Mercosur, que sigue sumando acuerdos con nuevos países sudamericanos, debatirá el viernes en su cumbre semestral de Montevideo cómo allanar el camino para el regreso del suspendido Paraguay, duramente enfrentado a Venezuela, que asumirá por primera vez la presidencia pro témpore de un bloque estancado y con diferencias internas.

La cumbre reunirá el viernes en Montevideo a los presidentes de Argentina, Cristina Kirchner; Brasil, Dilma Rousseff; Uruguay, José Mujica; y Venezuela, Nicolás Maduro. A ellos se sumarán Evo Morales, mandatario de Bolivia, en proceso de adhesión al bloque, y como invitado especial el presidente de Honduras, Porfirio Lobo.

Sin perspectivas de avance en los problemas comerciales, fundamentalmente por el proteccionismo de algunos de sus socios, se espera que los mandatarios envíen un mensaje político que allane el camino para el regreso al bloque de Paraguay, suspendido del Mercosur en julio del año pasado en respuesta a la destitución del presidente Fernando Lugo en juicio político parlamentario.

El gobierno paraguayo advirtió el lunes que no volvería al bloque si Caracas asumía la presidencia, ya que considera que el ingreso de Venezuela -adoptado en su ausencia- fue irregular porque el Parlamento paraguayo no lo había ratificado.

El martes, sin embargo, el canciller de Uruguay, Luis Almagro, ratificó que el regreso de Paraguay está previsto para el 15 de agosto, cuando asuma la presidencia del país Horacio Cartes, y reiteró que Uruguay traspasará la presidencia a Venezuela.

"Esa decisión no construye para nada. Más bien dificulta", dijo el miércoles el canciller paraguayo, José Félix Fernández, mientras que el presidente electo Cartes dijo que dará a conocer su posición cuando finalice la cumbre del bloque.

El encuentro se produce además cuando hay malestar en varios países de la región por la revelación de una red de espionaje estadounidense que se habría extendido a varios países latinoamericanos, entre ellos Brasil y Venezuela.

Las denuncias estarán en la agenda de la cumbre, admitió el miércoles el ministro de la secretaría de la Presidencia de Brasil, Gilberto Carvalho.

"Es una oportunidad para tomar una posición en conjunto. Cualquier ataque a la soberanía de un país tiene que ser respondido con mucha dureza porque si bajamos la cabeza, nos pasan por encima", dijo Carvalho, citado por la prensa brasileña.

La semana pasada el Mercosur y la Unasur se encolumnaron detrás de Evo Morales luego de que cuatro países europeos prohibieran el paso de su avión presidencial por sospechas de que llevaba a Edward Snowden, ex consultor de inteligencia estadounidense acusado de espionaje por Estados Unidos, a bordo.

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