La planta de Nissan de Barcelona es "insostenible" con el actual nivel de producción del 20% de su capacidad
- La Dirección, Industria y la Generalitat han creado hace meses un Comité de Crisis
- Nissan se ha comprometido a presentar un plan industrial antes de verano
- Las ventas de turismos de Nissan caen en Europa un 30% en dos años
Juan Ferrari
La fábrica de Nissan ubicada en la Zona Franca de Barcelona producirá este año, en el mejor de los casos, 42.000 unidades, un 21% de su capacidad de 200.000 coches al año. El presidente del grupo japonés en Europa, Gianluca de Ficchy, reconoció al Comité de Empresa en una visita a Barcelona hace un par de semanas que con la producción actual la planta no sólo no es rentable, sino que "no es sostenible". | Nissan anuncia en enero que aumentará la producción de la eNV200 hasta superar las 100 diarias.
Conscientes, la dirección de Nissan recabó el apoyo tanto del Gobierno central de Pedro Sánchez como de la Generalitat y hace meses que, conjuntamente, trabajan discretamente en un comité en la que participan, además de la empresa, el Ministerio de Industria y la Consejería de Innovación de la Generalitat, que ha mostrado su preocupación públicamente por la situación de la planta.
La pretensión: buscar fórmulas para hacer atractivas las instalaciones de la empresa en Cataluña a los máximos directivos de la multinacional en Tokio. El objetivo: que la matriz japonesa asigne algún nuevo modelo con futuro. Desde el Comité de Empresa se especula con el nuevo SUV eléctrico que planea Nissan.
La empresa no ha soltado prenda de cuáles son sus intenciones. Si bien es cierto que no ha declarado que tenga previsto un nuevo modelo para Barcelona nunca ha dicho que rechace tal posibilidad.
Pero, de momento, las cifras hablan por sí solas. La planta española sólo se ha acercado al 70% de su capacidad un año (2011) en la última década. En 2019 terminó con una fabricación de 55.405 unidades, el 28% de su capacidad, una cifra ya considerada baja. Sin embargo, 2020 ha arrancado con un modelo menos, las motorizaciones de combustión de la furgoneta NV200 que han sido sustituidas por un nuevo modelo, la NV250, cuya fabricación se ha concedido a una planta de Renault en Francia.
En 2019 terminó con una fabricación de 55.405 unidades, el 28% de su capacidad, una cifra ya considerada baja
Aunque son algo menos de 4.000 las NV200 de combustión que se montaron el año pasado, ha supuesto un golpe duro y, sobre todo, un mal presagió, según explica el responsable de CCOO en Nissan, Miguel A. Bouza. Así, este año, la fábrica se quedaba solo con la versión eléctrica de la furgoneta, la eNV200 y las tres pick-up de las marcas Nissan (Navara), Mercedes (Clase X) y Renault (Alaskan).
Dos malas noticias en enero
Pero en el lapso de menos de un mes, dos noticias han hundido la fábrica en la desazón. La primera, Gianluca de Ficchy comunicó en persona a los representantes de los trabajadores que Mercedes rescindía la producción a partir de mayo de su pick-up. Fuentes de Nissan calculan en 8.000 las unidades que dejará de producir. En ese encuentro, Ficchy aclaró a los trabajadores que, a pesar de que la NV250 se monta en Francia, la eNV200 eléctrica seguirá produciéndose en Barcelona.
Bouza explica que, en ese momento nada dijo el presidente de Nissan Europa del recorte en la producción de la furgoneta eléctrica que se les comunicó dos días después. Segundo mazazo: la planta bajará de 102 a 60 eNV200 diarias después de Semana Santa, lo que implica un 40% menos. Desde Nissan explican que el recorte se lleva a cabo por un exceso de stock y podría recuperar parte de la producción si aumenta la demanda.
Aunque no hay previsiones de cuántas unidades de la furgoneta eléctrica se montarán en el conjunto del año, parece improbable que se superen las 10.000 frente a las 13.000 del año pasado. Así, entre las casi 4.000 menos furgonetas de combustión, las 8.000 de la pick-up de Mercedes y como mínimo otras 3.000 de la eNV200, la factoría dejará de montar este año 15.000 unidades. Las 42.000 pueden ser, una previsión optimista.
La factoría dejará de montar este año 15.000 unidades, por lo que las 42.000 pueden ser, una previsión optimista.
La preocupación, pues, es muy alta también entre los trabajadores. Para calmar los ánimos, Ficchy se ha comprometido a que antes de verano Nissan presentará un plan industrial para la factoría catalana. El comité de empresa cree que las noticias se pueden producir incluso antes, concretamente en abril, ligado al arranque del año fiscal, en Japón del 30 de marzo al 1 de abril. Fuentes de la empresa entienden que antes de que Japón tome una decisión, el Comité tripartito tendrá listo ese plan para hacer atractiva Barcelona a la matriz nipona de Nissan.
Continuidad de Nissan en Europa
Sin embargo, el futuro de la planta va más allá de la mera adjudicación de uno o varios modelos; está ligado a la definición estratégica de qué quiere hacer Nissan en Europa. La marca japones ha perdido un 30% de ventas de turismos en Europa (UE+Efta) en tan solo dos años, bajando de los 566.200 coches de 2017 a 394.100 el año pasado, cuando el mercado europeo ha aumentado un 4,5%, según los datos de ACEA, la patronal del automóvil europea. Eso ha supuesto que, en turismos, Nissan ha bajado de una cuota de mercado del 3,77% al 2,5%. El máximo en cuota de mercado en Europa lo obtuvo la japonesa en 2015, con un 3,9%.
Unas cifras que pueden cuestionar la continuidad de la marca en el mercado europeo. Ficchy ya ha comunicado púbicamente que si finalmente se implantan aranceles entre Reino Unido y Europa por un Brexit duro, el "negocio de Nissan no tendrá sentido ni en Reino Unido ni en Europa". Pero nada ha dicho de qué sucede si no hay aranceles: no se sabe sí querrán seguir en el mercado europeo. De hecho, en un reparto de roles dentro de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, la francesa se centrará en el mercado europeo y en el mercado de los vehículos comerciales ligeros donde son líderes y Nissan se fijará en Asia, especialmente China, y EEUU.
La situación de Nissan no sólo es mala en Europa, también en otras partes del mundo. En verano pasado anunció un plan de recorte de 12.500 empleos en todos el mundo, de los que 6.000 (600 en la planta de Barcelona) ya se han amortizado. Aún quedan otros 6.000 por determinar de qué plantas saldrán
Bouza señala que el abandono de Europa es una preocupación constante para el comité de empresa. En su opinión la anterior dirección de Nissan era más proclive a alejarse de Europa, pero para el nuevo consejero delegado desde octubre, Makoto Uchida, la estrategia podría ser más propensa a quedarse en un mercado que compra coches de mayor rentabilidad.
Ante tal incertidumbre, la rivalidad entre los dos centros fabriles de Nissan en Europa, España (con cinco plantas) y Reino Unido se han acrecentado. En España, la empresa cuenta con la planta de Zona Franca, la más grande del grupo, la única que actualmente monta vehículos con unos 2.600 trabajos directos, otra en Moncada i Rexach, también en Barcelona, dedicada a la estampación de piezas. En total, en Cataluña contrata a unas 3.500 personas. La Generalitat calcula que entre empleo directo e indirecto, unas 25.000 personas viven de las factorías catalanas.
A ellas se suman otra en Santander y la de Ávila que el septiembre del año pasado dejó de fabricar vehículos (camiones ligeros NT400) y se está reconvirtiendo para hacer piezas de la Alianza. Según cifras del Comité de empresas, la castellana está parada, sin fabricar todavía piezas, y emplea en la actualidad unos 250 operarios. Entre Santander y Ávila hay unos 800 trabajadores.
España es un tercio del Reino Unido, con una capacidad de fabricar 600.000 coches y con unos vehículos, el líder Qashqai, el renovado SUV Juke y el eléctrico Leaf, con futuro
Pero España es un tercio del Reino Unido, con una capacidad de fabricar 600.000 coches y con unos vehículos, el líder Qashqai, el renovado SUV Juke y el eléctrico Leaf, con futuro en el mercado. A cambio, las pick-up es un tipo de vehículo que apenas se venden en Europa y la furgoneta eléctrica, con más futuro, tampoco está aumentando su demanda como se esperaba.
Por tanto, en un mercado de 400.000 coches, no parece razonable mantener en Europa una capacidad de producción de 800.000 unidades. Así, no es raro que la Administración (central y autonómica), la propia dirección de Nissan y los trabajadores estén preocupados.