Ecoaula
Inserción laboral de estudiantes universitarios, ¿en qué momento se encuentra?
- El estudio abarca los principales problemas laborales de los universitarios
Ecoaula.es
La Universidad y la inserción laboral están más relacionadas que nunca. Las instituciones se ven con la obligación de cambiar, en muchas ocasiones y cada vez más, la forma en la que imparten las materias por la exigencia que les llegan desde las empresas: perfiles más preparados para la realización de diferentes tareas. El informe "Itinerarios de inserción laboral y factores determinantes de la empleabilidad: Formación universitaria versus entorno" analiza dos problemas estrechamente relacionados: la universidad y la inserción laboral debido a las dificultades que se están encontrando muchos titulados españoles para insertarse satisfactoriamente en el mercado de trabajo.
Los factores que abarcan este problema pueden deberse a la insatisfactoria empleabilidad de los titulados o a otros factores que las universidades no controlan, como puede ser la formación previa de los titulados. Los estudiantes deben estar preparados para gestionar un autoempleo como autónomos y para iniciar o impulsar iniciativas emprendedoras, capaces de aprovechar el conocimiento para generar valor y también empleos para otros. De esta forma, es necesario dejar claro que la universidad, al igual que la sociedad, tiene que evolucionar en la formación de sus jóvenes. Los empleos de ahora no son los mismos que los de antes, la exigencia ha aumentado y las cualidades cada vez se han vuelto más específicas. Es por ello, que las instituciones encargadas de la formación superior tienen que adaptarse a las nuevas necesidades que han surgido y formar a los jóvenes para ellas.
La tecnología, factor imprescindible
Los cambios tecnológicos y la digitalización, principales protagonistas de esta nueva etapa, tienen fuertes repercusiones sobre las cualificaciones y las ocupaciones. Como consecuencia de estos y otros cambios, se crean y se destruyen empleos y se modifican los perfiles de muchas ocupaciones. Otro punto a destacar es la globalización de la economía y la competitividad que existe entre las empresas, que ha llevado en muchas ocasiones a las reducciones de plantilla, exigencias de flexibilidad, deslocalización de la producción o las transformaciones de los sistemas productivos. Por todo ello, los jóvenes y sus familias se ven en la tesitura de buscar en qué formarse para mejorar sus oportunidades de trabajo y las universidades tienen que ser capaces de enseñarles cómo hacerlo. Bien es cierto que hoy en día, los estudiantes tienen más oportunidades que nunca y poseen los niveles de estudios completados más elevados de la historia de España. Así, más del 42% de los jóvenes de 25 a 29 años han completado estudios superiores, un porcentaje superior a la media de la Unión Europea (UE), y prácticamente el 30% estudios universitarios.
A pesar de los años de crisis que complicaron enormemente las posibilidades de inserción y la calidad de la misma, la evolución del empleo de los universitarios ha sido mucho más dinámica que la de las personas con otros niveles de estudios, llegando a mantenerse e incluso a crecer durante los años de crisis. Según este estudio, en 2016 el empleo universitario era un 80% superior al de 2000 y también era mayor que en 2008. No obstante, la población ocupada con estudios secundarios postobligatorios o estudios obligatorios e inferiores, se desplomó con la crisis. Con esto, el informe mantiene que a pesar de que las dificultades de inserción de los titulados universitarios en España, existen, son menores que las de otros colectivos menos formados.
El paro en universitarios
Durante los años que transcurren entre 2000 y 2016, la población en edad de trabajar con estudios universitarios creció un 80%. Este colectivo, junto al de las personas con Formación Profesional superior, muestra el comportamiento más dinámico. En cuanto a la tasa de paro de España, está muy por encima de lo habitual en el resto de países de la Unión Europea, salvo Grecia. En concreto, centrándose en las personas con estudios superiores sucede lo mismo. En 2016 la tasa de paro, según este informe, fue del 11,7% en España frente al 5,1% de la UE, mientras que en países como Alemania o Reino Unido se encontraban por debajo del 3%.
Como conclusiones, los investigadores apuntaron la necesidad de tomar en consideración tanto la diversificación y concreción de esas actuaciones en función del contexto macro-económico, laboral, socio-político y académico como su adaptación al perfil de los estudiantes y egresados a los que van dirigidas. Además, destacaron que las universidades están trabajando en estrategias para el tema de la empleabilidad de sus egresados y que existen múltiples diferencias entre los titulados de las distintas universidades, así como entre las comunidades autónomas.
El punto de partida de esta investigación ha sido la preocupación por los problemas: la dificulatad de acceso al empleo de los universitarios, el desajuste entre formación y empleo, la demanda de algunas cualificaciones que excede a la oferta, los empleadores encuentran dificultades para encontrar candidatos adecuados y que las oportunidades que ofrecen a medio y largo plazo algunas trayectorias profesionales no permiten aprovechar bien el capital humano.
Más allá de todo lo expuesto, según este informe, en la actualidad la inserción laboral de los titulados universitarios se enfrenta en todas las regiones a los desafíos tecnológicos y a la digitalización. Por ello, las características de los puestos de trabajo a ocupar ya no son las mismas que antes y el desafío para los sistemas educativos, los individuos y la sociedad es tratar de organizar la formación en este escenario para el desempeño de un número creciente de ocupaciones nuevas y en continuo cambio.