Los 8 catalizadores que frenarán la mayor volatilidad en las divisas desde la quiebra de Lehman Brothers
José Luis de Haro
En estos momentos es difícil no dejarse llevar por la variopinta oferta de opiniones sobre la economía global y los vaivenes dentro del mercado de las divisas. El dólar estadounidense ha caído frente al 80% de las divisas durante el pasado mes a medida que los miedos de una recesión se ciernen sobre la mayor economía del mundo.
Los bonos del Tesoro de EEUU han superado al resto de bonos soberanos pese a que el escenario base de una contracción económica en el país no se perfile entre los grandes bancos. "No contamos con una recesión como nuestro escenario base pero es cierto que muchos activos se comportan como si estuviéramos en una", advierte John Normand, estratega de J.P. Morgan.
Desde su punto de vista, parece difícil encontrar un único catalizador o "bala de plata" que consiga restaurar el optimismo entre los mercados globales. Aún así, si varios factores comenzaran a materializarse, el mercado podría encontrar cierto alivio en los próximos meses.
1. La Fed cancela su ciclo monetario
Según Normand y su equipo esta posibilidad tiene pocas probabilidades de materializarse y su impacto en las proyecciones actuales es limitada. Desde su punto de vista, si Yellen y sus chicos no subieran tipos en lo que queda de año, manteniendo el rango entre el 0,25% y el 0,50%, el billete verde caería en su cruce con el euro o el yen pero seguiría subiendo en su cruce con divisas emergentes debido a las consecuencias en la demanda de una economía estadounidense en contracción.
2. El BCE y el BoJ amplian sus estímulos
La posibilidad de que el Banco Central Europeo y el Banco de Japón amplíen sus programas de compras de activos y ahonden en sus tipos de interés negativo es bastante elevada. Sin embargo, desde J.P. Morgan apuntan que este hecho por sí sólo no logrará corregir la volatilidad que venimos viviendo desde el arranque del año. "Los efectos del QE y los tipos de interés negativos sobre los depósitos se desvanecen a medida que varios bancos centrales los aplican a la vez, en un momento en que la Fed todavía es bastante relajada con su política monetaria", estima Normand y su equipo. J.P. Morgan espera que el BCE recorte aún más los tipos negativos, hasta llegar eventualmente al -0,7% y aumente su compra de activos mensuales hasta los 70.000 millones de euros. En el caso del BoJ, los tipos negativos llegarán a situarse en el -0,5% y las compras de activos se aumentarán hasta los 100.000 millones de yenes mensuales.
3. El G7 o el G20 acuerdan una intervención coordinada de sus divisas
Esta operación tiene pocas probabilidades de materializarse. Cada vez que el dólar cae un 10% en un mes en su cruce con el yen, el mercado aviva los rumores de una posible intervención. El BoJ sólo ha intervenido dos veces en la última década, en 2010 y en 2011. Todas las intervenciones requieren una aprobación implícita del Tesoro de EEUU ante el posible riesgo del que el Congreso de EEUU interprete los movimientos como una operación de devaluación competitiva. "Este tipo de aprobación se postula difícil en un año electoral donde los candidatos anti-establishment lideran las urnas", señala Normand. Además señala que ninguna gran intervención ha conseguido revertir la tendencia en las divisas, salvo que haya estado reforzada por una divergencia en la política monetaria.
4. China reacciona a los estímulos monetarios y fiscales
Desde J.P. Morgan consideran que los estímulos implantados por Pekín el año pasado deberían haberse dejado notar ya en indicadores como la producción industrial o la inversión fija sin embargo en el mes de diciembre los datos siguieron mostrando un debilitamiento en su tasa interanual. "Incluso si el ciclo industrial chino experimenta un repunte en los próximos meses, la respuesta del mercado podría ser neutra", explica Normand, añadiendo que este tipo de movimiento no supondría la aceleración de la economía china.
5. El consumidor estadounidense comienza a gastar el dinero ahorrado en gasolina
El banco estadounidense estima que esta situación tiene probabilidades de ocurrir y tendría un importante efecto en el mercado. En estos momentos se estima que los estadounidenses sólo han gastado el 50% del dinero ahorrado por el colapso en los precios del crudo, que han borrado el 70% de su valor desde mediados de 2014. Los más optimistas aseguran que ya se puede observar cierta confianza, como ocurrió con las ventas minoristas de enero, aunque lo pesimistas consideran que si el estadounidense no ha abierto su cartera plenamente es porque no confía en la economía. Si el consumidor aumentase su gasto, la Fed podría volver a su plan inicial de normalización monetaria, algo que tendría un importante impacto en el mercado.
6. La producción de crudo cae y apoya los precios pero sin ahogar el gasto del consumidor
El fin de la tendencia bajista en el mercado de materias primas gira alrededor de un recorte de la producción. Desde J.P. Morgan estiman que la producción en EEUU podría caer en 500.000 barriles diarios en la segunda mitad del año. Según los analistas del banco estadounidense, este tipo de ajuste podría llegar a impulsar al Brent a una media de 40 dólares por barril en el cuarto trimestre del año.
7. Las valuaciones de mercados sistémicamente importantes se hacen más atractivas
Gran probabilidad de materializarse. Cinco años desde que el crecimiento chino tocase techo y tres años después de la pataleta de los mercados ante el anuncio de la retirada de los estímulos por parte de la Fed, la gran pregunta es qué mercados son lo suficientemente baratos para comprar. Según J.P. Morgan, en lo que a divisas se refiere, las más baratas son el peso mexicano, el rublo o el yen, por mencionar algunas. El crédito también es barato y sin embargo la renta variable de EEUU o el yuan siguen teniendo un problema de valuación. ?Si la renta variable de EEUU o la divisa china, dos de los mercados sistémico más importantes, tienen un problema de valuación es difícil comprar otros mercados?, señala Normand.
8. Los votantes ingleses rechazan un Brexit
El escenario base de J.P. Morgan es que Reino Unido permanezca como miembro de la Unión Europea. Un posible voto a favor del Brexit devaluaría la libra esterlina en un 10% adicional ante la fuga de capital que se generaría en el mercado inglés. Si durante los próximos meses, las encuestas siguen apoyando una permanencia en la UE, la libra podría experimentar un rally.