Divisas

Las mayores exigencias de capital de Basilea pueden disuadir a la banca de negociar con criptomonedas

  • El organismo lanza una consulta sobre la exposición bancaria a los criptoactivos
  • Propone los máximos requisitos de capital para el bitcoin y otros de sus pares
  • El bitcoin y otros pares se situarían en la ponderación por riesgo más alta
Imagen: Dreamstime

Mario Becedas

En un contexto en el que el grueso de las autoridades internacionales aboga por una mayor regulación en el mercado de las criptomonedas, el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea propone que los bancos se enfrenten a requisitos de capital más estrictos en la operativa con bitcoin y otros criptoactivos. Algunos analistas y fuentes del sector advierten de que esto desincentivará la negociación de criptodivisas en las entidades.

El regulador bancario mundial ha decidido lanzar una consulta pública inicial a los bancos para que hagan sus propuestas sobre cómo deben tratar su exposición a los criptoactivos. Los bancos podrán entregar sus comentarios sobre estas líneas maestras hasta el 10 de septiembre.

El Comité de Basilea ha justificado su propuesta en la existencia de riesgos de crédito, de liquidez, de mercado y operativos, así como la posibilidad de fraude, financiación del terrorismo o blanqueo de capitales. También las fuertes oscilaciones de los precios, que podrían dar lugar a impagos.

El organismo propone dividir en dos grupos a los activos digitales, situando al bitcoin y otras criptodivisas en el de mayor riesgo, ya que considera que deben estar sujetas a un "nuevo tratamiento prudencial conservador". En base a esto, cualquier activo de este grupo que se tenga en cartera recibirá una ponderación por riesgo del 1.250%, la más elevada que contempla Basilea, empleada habitualmente para activos titulizados dudosos. En la práctica, esto significa que un banco necesitaría un dólar de capital por cada dólar de bitcoin, todo ello sobre la base de un requisito de capital mínimo del 8%.

"Una exposición de 100 dólares daría lugar a unos activos ponderados por riesgo de 1.250 dólares, que multiplicados por el requisito de capital mínimo del 8% da como resultado un requisito de capital mínimo de 100 dólares (es decir, el mismo valor de la exposición original, ya que 12,5 es recíproco de 0,08)", recoge el texto.

Este criterio también se aplicaría a los activos creados para la financiación descentralizada (DeFi) y a los tokens no fungibles (NFT), mientras que las posibles monedas digitales de los bancos centrales quedan fuera del ámbito de la consulta, aclara el escrito. Activos como las stablecoins o los tokens ligados a acciones, bonos, materias primas y dinero en efectivo, encajarían en la categoría menos estricta, según el comité. Estos criptoactivos podrían ser elegibles para incluirse en el marco prudencial actual de Basilea con unas modificaciones mínimas.

"El crecimiento de los criptoactivos y de los servicios relacionados con ellos tiene el potencial de suscitar preocupaciones sobre la estabilidad financiera y aumentar los riesgos a los que se enfrentan los bancos", refleja el Comité de Basilea en su informe. "El capital será suficiente para absorber una cancelación total de las exposiciones a los criptoactivos sin exponer a los depositantes y otros acreedores principales de los bancos a una pérdida", añade. El propio organismo ha admitido la probabilidad de que estas políticas iniciales cambien varias veces a medida que el mercado evoluciona.

La popularidad de las criptomonedas se ha disparado este año en el universo inversor, con operadores intradía y profesionales por igual a la caza de beneficios con el bitcoin, así como en los nichos más oscuros del mercado. El bitcoin pasó de unos 10.000 dólares en septiembre de 2020 a tocar los 64.000 a mediados de abril. Los comentarios negativos del CEO de Tesla, Elon Musk, y las mayores restricciones de China a su operativa han lastrado a la moneda digital el último mes, quedándose por debajo de los 40.000 dólares. Aún con todo, el mercado global de los criptomonedas sigue moviendo más de un billón y medio de dólares.

Este aumento del interés de los inversores está impulsando a empresas financieras como Interactive Brokers y Robinhood a expandirse a este mercado. En el ámbito bancario, grandes bancos como Goldman Sachs se han lanzado a ofrecer a sus clientes una amplia gama de negociación de criptomonedas, una ola a la que se han sumado Citigroup y State Street. Otros como HSBC, el banco más grande de Europa, aseguró recientemente a Reuters que no tenía planes de unirse a esta tendencia alegando que estos activos son demasiado volátiles y que hay falta de transparencia.

Un coste "muy alto" para los bancos

"Es una noticia que tanto los defensores como los críticos del bitcoin declararán como una victoria. Demuestra que el bitcoin es ahora una clase de activos reconocida con parámetros de gestión de riesgos para los bancos, pero estos mismos parámetros podrían ser un potencial elemento disuasorio dados los onerosos requisitos de capital que pueden hacer que sea un negocio poco apetecible", asegura Luke Sully, director general de la empresa especializada en tecnología de tesorería Ledgermatic.

"Si a los bancos les va a costar más mantener estas criptomonedas en sus libros, teóricamente será menos probable que mantengan la misma proporción de estos activos que de la otra manera", razona a Bloomberg Matt Maley, estratega jefe de mercado de Miller Tabak. 

Respalda su visión un ejecutivo bancario consultado por Financial Times que cree que Basilea ha llegado demasiado lejos: "Si vamos a imponer una ponderación punitiva, lo que estamos diciendo es que no queremos estos activos en el sistema bancario".

Para la analista financiera británica Frances Coppola, habitual de la BBC, la decisión de Basilea "hace prácticamente imposible que los bancos tengan bitcoin porque la ponderación del riesgo es muy alta". "Esto impedirá de manera efectiva que cualquier banco regulado posea criptodivisas y limitará severamente su uso de stablecoins. El coste de capital será demasiado alto", subraya.

Para Denis Vinokourov, jefe de investigación de Synergia Capital, esta propuesta es positiva "porque la falta de regulación impide una mayor adopción institucional" de las criptomonedas y ve "lógica" la división de estos activos digitales en dos grupos según el riesgo. Aún con todo, el analista apunta a que también existe cierto riesgo de "sobrerregulación".

Joseph Edwards, jefe de investigación de Enigma Securities, opina que este cambio "es positivo, dado que los bancos en Europa están divididos sobre la participación en el sector". "Si algo va a ser tratado como un activo universal, tiene que cumplir con el quórum con respecto a cuántas partes lo manejarán. Esto debería mover la aguja de alguna manera en ese sentido", zanja.