Deporte y Negocio

La guerra de los despachos del fútbol español salpica a Mediapro

  • La compañía, acusada por Luis Rubiales de estar involucrada en sobornos
  • Se ha quedado fuera de la adjudicación de derechos de Copa y Supercopa
  • El grupo de Roures lo denuncia ante la CNMC y anuncia acciones legales
Foto: Reuters.

Sergio de la Cruz

Apenas unos meses después de la llegada de Luis Rubiales a la presidencia de la Federación Española de Fútbol (RFEF), la relación de éste con su homólogo en LaLiga, Javier Tebas, ha estado caracterizada por los continuos desencuentros entre ambos. Esto ha llevado a un conflicto prolongado en el tiempo que se ha visto en asuntos como el fracasado intento de llevar un partido liguero a EEUU, el control económico de LaLiga, el futuro del fútbol femenino, los cambios en las competiciones federativas o la necesaria renovación del convenio de coordinación entre las instituciones. Este último punto ha metido de lleno a Mediapro en un vendaval de acusaciones que complican un poco más la situación que vive actualmente el fútbol español.

La compañía de Jaume Roures, que posee parte de los derechos televisivos de LaLiga, fue interpelada directamente por Rubiales a su salida de la Asamblea de LaLiga celebrada este miércoles: "Tebas está nervioso porque unos buenos amigos suyos que hasta ahora tenían el control del mercado televisivo ahora no lo van a poder ostentar; es gente que ha sobornado a miembros de FIFA". El presidente de la RFEF atacaba al dirigente después de que se negase la entrada a cuatro miembros de su comitiva. Y la reacción salpicó de lleno a Mediapro.

"Tenemos un reconocimiento de soborno por parte de Mediapro de 2018 y desde la RFEF se nos ha indicado que no debemos trabajar con gente que soborna, que ha reconocido que ha sobornado", aseguraba el presidente de la propia federación.

Rubiales hacía referencia a una de las investigaciones que la justicia de EEUU llevó a cabo dentro del conocido 'FIFAgate' que se llevó por delante a Joseph Blatter como presidente de la FIFA. Se trata de una investigación que concluyó que dos directivos de la filial de Mediapro en EEUU habían presentado sobornos a miembros de federaciones para la adjudicación de partidos clasificatorios para varios Mundiales y que acabó finalmente en un pacto con la Fiscalía de Nueva York que evitó la presentación de cargos y conllevó el pago de 20 millones de euros de multa.

La respuesta de Mediapro a la RFEF llegó horas después. La firma audiovisual anunció acciones legales contra Rubiales, al que pidió rectificaciones: "Ni Mediapro, ni Imagina Media Audiovisual, sociedad matriz del grupo, han sido condenadas por delitos de soborno, fraude o similares en ninguno de los países donde desarrollan su actividad".

De la misma forma, criticó el hecho de que la RFEF les dejase, esgrimiendo esta razón, fuera del proceso de adjudicación de los derechos televisivos de Copa del Rey y Supercopa de España, lo que ha provocado una denuncia ante la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia por lo que, consideran, no cumple "los principios de transparencia y no discriminación en sus contrataciones". Un movimiento, tal y como lo calificó Rubiales, que fue encaminado a prohibir el acceso a estos derechos a una empresa que "no puede" adquirirlos, en palabras del presidente de la RFEF.

Mediapro fue un paso más y contraatacó recordándole a Rubiales los casos de corrupción que han implicado a varios de los miembros de su directiva, como el de Andreu Subies, que acabó dimitiendo, y el de su sustituto, Antonio Suárez Santana, acusados de desviar fondos de la RFEF: "Resulta muy paradójico el celo por la integridad en la conducta de Mediapro demostrado por el señor Rubiales, si se atiende a las graves acusaciones que pesan sobre una parte importante de los directivos de la RFEF y de quienes le han apoyado y la nula combatividad mostrada por su parte pese a conocer tales conductas".