Declaración de la renta
Por qué es tan importante cobrar más de 22.000 euros al año en la declaración de la Renta
- Es el tope que determina la obligatoriedad de presentar declaraciones
- Hacienda tiene en cuenta los rendimientos íntegros del trabajo
- Simulador Renta 2023-2024: descubre si tu declaración te saldrá a devolver o a pagar
elEconomista.es
Ya está en el horizonte la Campaña de la Renta 2023-2024, que comienza el próximo miércoles 3 de abril y que volverá a emplazar a millones de contribuyentes a presentar sus declaraciones para ponerse al día con Hacienda en lo que respecta al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, el IRPF.
Respecto a esta campaña, la cita más importante de los contribuyentes con Hacienda, es vital conocer si estamos obligados a presentar la declaración. Aunque la Ley del IRPF (puede consultarla en este enlace) establece que "los contribuyentes estarán obligados a presentar y suscribir declaración", en paralelo contempla excepciones que podrían eximir al ciudadano de entregar el borrador.
Estas excepciones vienen marcadas por límites de ingresos. Es decir, si los ciudadanos no declaran ingresos superiores a esos límites, no estarán obligados a presentar la declaración de la Renta. Esto no quiere decir que no tengan derecho a hacerlo: de hecho, lo más recomendable en sus casos es simular el resultado de la declaración para saber si les sale 'a pagar' o 'a devolver'.
En este punto cobra una importancia vital el tope de los 22.000 euros anuales que se aplica a millones de ciudadanos y que sirve de límite para saber si tienen que declarar de forma obligatoria o no.
La importancia de cobrar 22.000 euros o más en la declaración de la Renta
El artículo 96 de la Ley del IRPF explica que "no tendrán que declarar" los contribuyentes que obtengan rentas procedentes exclusivamente de "rendimientos íntegros del trabajo, con el límite de 22.000 euros anuales". Este límite aplica tanto a declaraciones en modalidad individual como en modalidad conjunta.
El otro lado de la moneda, claro está, es el de los contribuyentes que superen los 22.000 euros anuales, que estarán obligados a presentar la declaración y que, en caso de no hacerla, pueden enfrentarse a multas y sanciones de Hacienda.
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El límite de 22.000 euros también aplica en los contribuyentes que han tenido dos o más pagadores a lo largo del año. Así, las personas que hayan tenido dos o más pagadores con ingresos inferiores a 1.500 euros a partir del segundo y sucesivos no estarán obligados a presentar la declaración siempre que no lleguen a 22.000 euros. Si superan los 1.500 euros, el límite pasaría a 15.000 euros anuales.
Los ingresos que cuentan para llegar al tope de los 22.000 euros
¿Qué son los rendimientos íntegros del trabajo? Los que suele percibir cualquier ciudadano, o al menos la mayoría de ellos. La Ley del IRPF incluye en esta categoría a los sueldos y salarios, las prestaciones por desempleo, las remuneraciones en concepto de gastos de representación, las dietas y asignaciones para gastos de viaje, las contribuciones y aportaciones para planes de pensiones o las pensiones y haberes pasivos percibidos de los regímenes públicos de la Seguridad Social.