Cataluña

La CUP quiere subir IRPF, Sucesiones y Patrimonio para sumar 500 millones

  • Quiere derogar la ley clave que habilita el proyecto de BCN World
  • JxSí, dispuesto a negociar propuestas que "limen desigualdades"
  • Avisa que muchas comisiones tendrían su 'suspenso', como Educación
Benet Salellas y Eulàlia Reguant, diputadas de la CUP en el 'Parlament' | Luis Moreno

Iván Gutiérrez (Barcelona)

La CUP redobla la presión sobre el Govern en la recta final de los Presupuestos. Y si ayer le recordaba su posición sobre el macrocomplejo del Circuito de Montmeló, hoy ha explicado sus enmiendas más importantes de cara a la reunión de mañana. Después de que en el trámite parlamentario los anticapitalistas no hicieran tanto hincapié en sus propuestas fiscales, la subida de las tasas a las rentas altas vuelve a ser la principal baza que utilizan.

Las propuestas ya son conocidas en su mayoría, pero la CUP ha recuperado en primera línea su petición de subir IRPF a las rentas mayores de 60.000 euros, lo que afectaría a unos 120.000 contribuyentes catalanes, según la memoria de la Agencia Tributaria. También endurecerían el impuesto de Patrimonio, por lo que entre ambas tasas tendrían un efecto positivo directo sobre las arcas públicas catalanas de 100 millones de euros, según los cálculos de la CUP.

Pero con la modificación que recaudarían más dinero sería con la subida de Sucesiones, un impuesto que quieren que esté al nivel de la época del Tripartito. Sólo con esta medida, la CUP asegura que ingresarían 400 millones de euros más, aunque su diputada Eulàlia Reguant advertía de que "esto puede variar, ya que en 2016 la recaudación de este impuesto cayó".

Precisamente, hoy el PSC y CatSíquesPot han acordado enmiendas conjuntas para aumentar la presión fiscal por encima de lo que exige la CUP.

El Govern ha asegurado que siempre están abiertos a "hablar de propuestas que  limen desigualdades", a pesar de que siempre se han cerrado en banda para reformar el IRPF. En este sentido, la CUP 'consiguió' el impuesto sobre bienes improductivos para inmuebles, vehículos, aeronaves o embarcaciones. El diputado de JxSí, Roger Torrent, reconoce "la predisposición de la CUP".

Pero una de las medidas que no habían reclamado con anterioridad tiene que ver con BCN World. Si bien este era uno de los proyectos más polémicos y con el que la CUP más discrepaba, finalmente se redujo el peso del juego y se reactivó de nuevo, a pesar del malestar de los anticapitalistas.

En todo caso, lo que sí se mantuvo fue la rebaja del 80% sobre el impuesto al juego en el momento en que se inicie este macrocomplejo. Y ahí quiere atacar la CUP. Aunque no pudo paralizar el proyecto, quiere derogar la ley con el que operadoras de juego internacionales como Melco, Hard Rock o Grupo Peralada accedieron a venir. Esta medida será harto difícil que cambie, ya que sin esta norma, no habrá BCN World. Actualmente el impuesto del juego tribunta al 55% y tras la bajada, se situaría en el 10%.

Diez fondos para revertir privatizaciones

Otra de las novedades en las enmiendas es la creación de 10 fondos estructurales que pretenden dotar y capitalizar de dinero público para afrontar algunas cuestiones como el cambio climático, luchar contra la corrupción o la reversión de algunas privatizaciones. En este sentido también utilizarán el canon del agua y el de residuos para financiar la recuperación de la gestión de las concesiones hasta ahora externalizadas, a medida de que finalicen sus contratos.

Por otra parte, la CUP quiere fijar que, en todos los contratos relacionados con la administración pública, sus trabajadores tengan un salario mínimo interprofesional de 1.200 euros. También pretenden crear una unidad especial en la Agencia Tributaria catalana que vigile que estas empresas no tienen ninguna relación con paraísos fiscales. En relación a esto, Benet Salellas aseguró que les gustaría que se estableciesen auditorías para diseminar si alguien se ha beneficiado de las desviaciones presupuestarias en los proyectos de la línea L9 de Metro y del canal Segarra-Garrigues.

El propio Salellas también lanzó un aviso a navegantes. Y es que en las diferentes comisiones donde se debaten las secciones presupuestarias, el diputado cupaire aseguró que muchas estarían suspendidas, aunque "mantienen su posición política hasta el final y mantendrán enmiendas concretas y de ello dependerá la decisión final". Una de las comisiones donde se verá con más claridad la posición de la CUP será en la de Educación, donde la CUP pide 150 millones más para ejecutar medidas como la contratación de 6.000 profesores, revertir los recortes en el sector, entre otras.

Para ingresar más dinero, la CUP pide suprimir los conciertos con escuelas que segregan por sexo vinculadas al Opus Dei, y que defienden, "con la extinción de un solo contrato con una de esas escuelas, se podría responder a gran parte de los profesores actuales". También hubo respueta para Artur Mas, que les dijo que los presupuestos "no tenían que oler a nadie" en referencia a que tenían que ser neutrales, a lo que Salellas y Reguant respondieron que "los olores nunca son neutros, defender la neutralidad es defender los privilegios de los que más tienen".