Las empresas suman voces para frenar los disturbios nocturnos en Cataluña
- Los daños en mobiliario público superan el millón de euros en toda Cataluña
- Los sectores del comercio y la hostelería ya sufren afectaciones
Estela López
La segunda noche de disturbios en Cataluña, con Barcelona con los altercados más graves, ha multiplicado las voces empresariales reclamando la acción de la Generalitat para frenar la espiral de violencia, más organizada con cada día que pasa.
Si el miércoles ya emitieron comunicados de alerta desde las patronales Foment del Treball y Pimec -a través de su rama que agrupa al sector comercial-, el Gremio de Hoteles y la asociación de ejes comerciales y turísticos Barcelona Oberta, entre otros, este jueves se sumaron el Consell de Gremis, apartamentos turísticos, restaurantes y más entidades comerciales.
El Consell de Gremis, que agrupa a asociaciones sectoriales que representan a 10.000 pymes del comercio, el turismo y los servicios, rechazó cualquier tipo de violencia e hizo un llamamiento a los poderes públicos, sociales y políticos a defender los valores y derechos de los catalanes como sociedad madura y abierta. Asimismo, señaló el deber de los políticos de dialogar para solventar la situación política y el malestar social que se deriva.
Desde Apartur también instaron al diálogo político para "rebajar la tensión en las calles", que tiene un impacto muy negativo en la imagen internacional y la actividad económica: "Es responsabilidad de la clase política tomar todas las medidas necesarias para intentar poner fin a una espiral de crispación que los ciudadanos no hemos creado ni merecemos tener que sufrir".
El Gremio de Restauración de Barcelona está preocupado por la anulación de reservas y los desperfectos en terrazas, y pidió al Ayuntamiento apoyo y que se persone como acusación en las causas que se abran por los disturbios.
Retailcat: "La confrontación perjudica a la economía catalana y no es la solución al conflicto político"
Comertia, la asociación catalana de la empresa familiar comercial, se sumó a las peticiones de diálogo y mirada a largo plazo para los políticos para resolver la situación, y que se respeten "todas las opciones" en el derecho de huelga. "En la conyuntura actual, no podemos permitir una situación que ponga en peligro la salud de nuestras empresas y el empleo de las personas a las que dan trabajo", agregó.
La unión de empresas comerciales de Cataluña Retailcat apeló a la "profesionalidad, responsabilidad y altura de miras" de los políticos, y sostuvo que la violencia en las protestas alimenta la confrontación y no ayuda a resolver el conflicto, de la misma manera que una huelga "perjudica a la economía catalana y no es la solución al conflicto político de Cataluña".
Destrozos
Los disturbios de la noche del miércoles al jueves en las principales ciudades catalanas se saldó con más destrozos que la noche anterior, y los primeros cálculos de daños, básicamente circunscritos a la quema de contenedores, ya superan el millón de euros entre los dos días, según fuentes municipales consultadas por elEconomista.
Barcelona es la peor parada, con 650 contenedores destruidos entre el martes y el miércoles por valor de 820.000 euros -sumando señales y asfaltado del martes, el total son 1,12 millones-. En Tarragona, el coste asciende a 150.000 euros, mientras que en Lleida son 80.000 euros.
La quema de contenedores ha provocado falta de estoc en las empresas fabricantes
En Girona estiman entre 35.000 y 40.000 euros por una treintena de contenedores afectados, y no los repondrán hasta el fin de las protestas. En Sabadell, el Ayuntamiento calculó destrozos el martes por 5.000 euros, mientras que Manresa calculó más de 15.000 euros de coste tras los altercados que vivió la localidad la noche del miércoles al jueves en una concentración ante la caserna de la Guardia Civil.
De hecho, la quema de contenedores ha provocado falta de estoc en las empresas fabricantes, por lo que su reposición total no podrá ser inmediata dada la elevada demanda desde varias localidades, según explicó el Ayuntamiento de Tarragona. Además, el vandalismo se extendió la noche del miércoles al comercio, con altercados en calles comerciales. En Lleida, incluso hubo casos de pillaje.