La volatilidad sacude la captación de fondos y salidas del 'venture capital'
Rocío Casado
Los inversores que entraron en 'startups' a valoraciones récord en momentos de euforia se encuentran ahora en una 'jaula de oro'. El venture capital afronta 2023 con cautela tras caídas del 30% en inversión. El impacto, apuntan los expertos, pasará pero será mayor en la captación de fondos y en la desinversión.
En un momento de cautela inversora, calendarios de salida atrasados y ajuste de valoraciones, el mercado español de venture capital se pregunta si el punto de inflexión que está viviendo corresponde al fin de una burbuja. El sentimiento de mercado ha cambiado y "se ha producido una corrección que está sirviendo para separar el grano de la paja: las buenas empresas de las que no lo son, y que será saludable para el sector", explica Diego Recondo, socio de All Iron Ventures.
Manuel Carrera, socio en Transactions Services de KPMG en España, recuerda que estamos ante un sector intrínsecamente dinamizador. En este contexto, "según nuestros clientes, en 2023 seguirá habiendo numerosas oportunidades de inversión dando apoyo al mundo del emprendimiento. Respecto a las posibles desinversiones, éstas dependen y dependerán del grado de maduración de los negocios y de si han adquirido o no masa crítica". En su opinión, el fundraising será la variable que más notará cierta desaceleración (el volumen invertido también se ha desplomado un 30% en 2022 hasta 1.478 millones según SpainCap), pero sigue habiendo liquidez.
"El dinero que se invierte hoy es el que se levantó hace de 1 a 4 años, ejercicios buenos en términos de fundraising, por lo que seguirá habiendo capital para invertir en 2023", confirma Josep María Echarri, socio fundador y managing partner de Inveready.
El mercado de venture capital vive, por tanto, un punto de inflexión en el que "el emprendimiento tendrá que dar el Do de pecho en España", como indica Francisco Velázquez, presidente ejecutivo de Axon Partners. "Las empresas se han estado valorando a múltiplos insostenibles, una tendencia que, casi en su totalidad, se ha dado por concluida en 2022", añade. Las compañías de mayor tamaño con elevadas valoraciones y necesidades de financiación que tengan que salir al mercado a captar capital durante los próximos meses se verán afectadas por la volatilidad.
Parálisis inversora
Pepe Peris, director general de Angels Capital, el brazo inversor del presidente de Mercadona, Juan Roig, recuerda que la incertidumbre es el hábitat natural de los emprendedores. "La inversión en venture capital seguirá creciendo en España", concluye, pese a que, como señala José del Barrio, fundador de Samaipata, "la segunda mitad de 2022 ha evidenciado cierta parálisis inversora, más acusada en proyectos en etapas maduras, fruto de la gran incertidumbre reinante. Sin embargo, los fondos tienen miles de millones de euros esperando a ser invertidos y unos horizontes temporales ajustados. Los niveles de actividad no se desplomarán en 2023", concluye.
Para Jaime Novoa, Principal en K Fund, "lo vivido en parte del año 2020 y 2021 fue una anomalía que no se volverá a repetir causada por los bajos tipos de interés y la liquidez inyectada por gobiernos y bancos centrales".
En este escenario, uno de los retos principales del venture capital en España será capear el temporal adaptándose al "new normal" sin ver excesivamente dañado el valor de los campeones de sus portfolios. "En términos de inversión, el mercado asiste a caídas del 30% debido al enfriamiento de las fases más avanzadas (rondas growth) y sobre todo porque los inversores están siendo más selectivos y rigurosos a la hora de analizar tracción y camino hacia la rentabilidad (path to profitability)", indica Sonia Fernández, socia de Kibo Ventures. "Ajustar valoraciones", matiza, "no significa que los fundamentales de las compañías no estén ahí. Sí vemos un impacto en valoraciones por los ajustes en los mercados públicos que inevitablemente repercuten en los privados. Lo interesante de las compañías donde invertimos es qué fundamentales tienen detrás, qué industrias consiguen disrumpir, qué tecnologías nuevas aportan y cómo crean valor".
La escasa exposición a los mercados públicos por la naturaleza early stage del mercado español está facilitando, en general, valoraciones en cartera más estables por parte de los fondos españoles. Pero, durante 2023, y especialmente en la segunda mitad, "empresas que captaron dinero en el pico de valoraciones a finales de 2021 y que han estado posponiendo su salida al mercado (mediante rondas internas, extensión de caja, etc.), deberán ir en busca de nuevo capital. Entonces tendrán que afrontar el reto de defender valoraciones previas", explica Recondo. Desde Seaya Ventures consideran que "España está en una situación sana que otros países y regiones. En general, no fue uno de los mercados más "calientes", matizan Aristotelis Xenofontos y Carlos Fisch.
La otra variable más afectada será, en su opinión, la desinversión. Con las caídas de valoración y la compresión de múltiplos de los comparables en bolsa, difícilmente saldrán los números para justificar salidas. "Muchas transacciones no se realizarán por falta de acuerdo en precio, lo que redundará en retrasos de los calendarios de desinversión, lo que puede afectar a algunos LPs que ya están "autofinanciando" su exposición a venture capital y no quieran incrementarla, sobre todo en fondos centrados en inversiones en etapas growth".