Capital Riesgo

El capital privado se ofrece como la alternativa de financiación y parte de la solución a la crisis

  • Inversores de deuda y capital tienen un volumen elevado de fondos disponibles para jugar un rol clave en la recuperación

Ángel Alonso
Madrid,

La nueva ley concursal ha aportado mayor seguridad jurídica, uno de los factores que más valoran los inversores de variada tipología -fondos de deuda y capital privado y de situaciones especiales- a la hora de invertir y apostar por un mercado concreto. Este cambio normativo permitirá que, en el proceso de reestructuraciones empresariales que vendrá como consecuencia de la previsible entrada en recesión de la economía el próximo año, las gestoras de private equity y de deuda privada asuman un papel más relevante que en anteriores crisis, después de años en los que las ayudas de las administraciones públicas han sido muy relevantes.

De hecho, el sector se ofrece como una clara alternativa a los canales tradicionales de financiación de las compañías en sus procesos de reestructuración y reivindica su papel como parte de la solución a la crisis. Estas fueron las principales conclusiones que desgranaron los participantes en la mesa redonda "Oportunidades de inversión y nuevas soluciones de capital privado", moderada por Rocío Casado, directora de la revista de elEconomista Capital Privado, dentro de la jornada "La reestructuración empresarial que viene: el momento del capital privado", organizada por elEconomista.es.  

Los participantes en el debate valoraron la nueva normativa como un paso adelante en el acercamiento de la legislación española al resto de países más avanzados, pero el sector está esperando a ver cómo se desarrolla e implementa para calibrar cuál será la actuación de los actores implicados, teniendo en cuenta que a las pymes españolas todavía les falta cierta "cultura concursal".

Sergio Alonso, senior director de Corporate Finance de FTI Consulting, puso el acento en la fase pre-concursal. "Los juzgados no van a estar menos saturados con la entrada en vigor de la ley concursal. La fase preconcursal ofrece muchas más herramientas, y va a obligar a los administradores concursales y dueños de las compañías a pensar su estrategia y a reaccionar antes. La nueva ley va a permitir desatascar reestructuraciones o refinanciaciones sin llegar a una fase concursal en la que tradicionalmente las compañías llegaban muertas y sin solución. Los inversores profesionales son más conscientes y tienden a adelantar los procesos de refinanciación o reestructuración, pero la realidad es que las pymes, que son familiares, todavía no lo ven", subrayó.

Javier Castillo, director de Kartesia, una plataforma de inversión fundamentalmente en deuda focalizada en el segmento de pymes, señaló que algunos fondos internacionales no miraban a España por la legislación anterior y otros invertían en nuestro país en operaciones sujetas al derecho inglés o con garantías luxemburguesas. "Llevamos diez años operando en España, donde hemos invertido 800 millones de euros en 25 operaciones, pero utilizábamos estos refuerzos. La nueva ley concursal va a facilitar la inversión de firmas internacionales que no miraban a España por la inseguridad jurídica que percibían y porque no estaban cómodos en un terreno que desconocían", remarcó. 

La nueva normativa exigirá una mayor cooperación entre todos los agentes del mercado

La nueva normativa exigirá de todos los actores implicados en este tipo de procesos una mayor coordinación, puesto que se trata de evitar que las empresas lleguen a una situación insostenible para su supervivencia financiera, como venía ocurriendo hasta ahora. Fernando Fernández de Santaella, socio de Norgestión, apuntó que la modificación de la ley "impone anticipación" y tener muy clara la estructura de la deuda de las compañías.  

"Probablemente tenemos que olvidarnos de las clasificaciones legales de la anterior normativa concursal y ser más imaginativos a la hora de definir criterios objetivos para agrupar clases de acreedores. Quizá la banca deba agrupar la deuda ICO diferenciada del resto. Como asesores, debemos fomentar acuerdos y estrategias para lograr unos criterios objetivos y que tengan sentido para la mayoría, porque si no, no valdrá para nada", enfatizó Fernández de Santaella, para quien el consenso y agrupación de intereses entre los acreedores será fundamental. "El papel de las entidades financieras serñá clave, porque en la mayoría de las operaciones la banca sigue predominando entre los acreedores", concluyó. 

De hecho, convivir con las entidades financieras, tradicionales suministradores de liquidez a las pymes, será importante, en un contexto en que las ayudas de las administraciones públicas para afrontar los problemas derivados de la pandemia tocan a su fin. "No creo que tenga sentido a partir de ahora que haya más dinero público, tuvo un sentido muy concreto y limitado en la crisis del Covid, pero es una solución totalmente atípica. Y en un entorno de reestructuraciones los que vamos a aportar liquidez y capital a las compañías para sus planes de crecimiento somos los inversores privados", resaltó Álvaro Cobo, managing director de Gordon Brothers Iberia, quien considera "difícil" que los bancos puedan tener un peso relevante, porque "va a haber muchos casos de necesidad de liquidez".  

Segregación de activos

Santiago San Antonio Alonso, responsable de Iberia Private Equity de Mutares, holding cotizado alemán de capital privado especializado en la adquisición de activos no estratégicos de grandes corporaciones, destacó que será clave para las empresas optimizar sus recursos de financiación y reestructurar deuda. "Analizando el tejido empresarial español, se observa que hay muchas firmas  bien gestionadas pero hay otras de corte familiar que han crecido sin una estrategia organizada y estructurada. Y cuando una empresa familiar plantea su venta pero el precio no se ajusta a lo que ellos esperan, acuden a los fondos de capital riesgo o de deuda privada, que les exigirán una gestión muy profesionalizada de los activos", comentó. 

Una de las operaciones corporativas con mayor aceptación en el mercado es la segregación de activos no core para reducir el endeudamiento y aportar liquidez las empresas. "Con la situación macroeconómica en la que nos encontramos y previendo la posible recesión del próximo año, con una inflación sostenida, hay una serie de grupos sobre todo en sectores en transformación que ven con buenos ojos la venta de activos no estratégicos. El año pasado compramos a Reno de Medici su filial La Rochette, que generaba 120 millones de euros en ventas, con un ebitda de 6 millones. La compañía ha crecido a 185 millones de ventas y duplicado el ebitda hasta 13 millones, teniendo en cuenta que el coste energético de La Rochette, una papelera para productos farma y food y similares, se ha multiplicado por cuatro. La compañía Reno de Medici fue adquirida por el fondo Apollo mediante una opa de exclusión el año pasado", explicó el responsable de Mutares en Iberia. 

Según comentaron los participantes en el debate, las operaciones de deuda se han paralizado desde que se inició el proceso de subida de tipos de interés. La creciente aversión al riesgo está disparando la demanda de seguros y pólizas de riesgo transaccional por parte de inversores y empresas para poder cerrar las operaciones de forma más limpia y mitigando potenciales riesgos. "Hay muchas operaciones que a día de hoy por sus estados financieros no son atractivas para el sector asegurador pero que con un marco jurídico que genera más certidumbre sí pueden ser oportunidades. Al final nuestros productos aseguradores no son más que herramientas de negociación y cuando llegan inversores extranjeros a España y los propios operadores nacionales los tienen cada vez más en cuenta para realizar una buena auditoría de riesgos", subrayó Beatriz Pavón, Head de M&A de Marsh, quien lidera el área de "Transactional Risks", centrada en la cobertura de riesgos en operaciones corporativas y de M&A .

Puede visionar la jornada completa aqui: