Banca y finanzas

Santander bate sus objetivos medio año antes en Brasil pese a la inestabilidad

  • La franquicia brasileña ayudará al grupo a cumplir todas sus metas en 2018
<i>Foto: Archivo</i>

Fernando Tadeo

El Santander ha sobrepasado los objetivos estratégicos que proyectó hace casi tres años antes de tiempo para su principal fuente de beneficios, la filial de Brasil. La entidad, a pesar de las adversidades por la incertidumbre económica y política que vive el país, ha cumplido con seis meses de antelación los objetivos de su plan, que finalizará en diciembre de 2018.

El banco informó la semana pasada al regulador de EEUU (SEC, por su siglas en inglés) que como consecuencia del "logro temprano" de las expectativas, estas ya no reflejan el escenario actual por lo que ha decidido suspender la promulgación y difusión de previsiones financieras.

La franquicia carioca admite las dificultades por las que ha atravesado desde que anunció el plan, debido a la lenta recuperación del escenario macroeconómico, pero subraya que ha podido cumplir con las estimaciones con adelanto en el calendario por la "intensidad" llevada a cabo en su transformación, basada en un modelo de negocios más centrado en el cliente y en la cultura servicio. En sentido, destaca que sus acciones le han permitido mejorar la forma de operar, la expansión y adaptación de la cartera de productos y servicios.

En concreto, gracias a estas medidas, Santander Brasil ha batido en junio los 9,2 millones de clientes digitales que esperaba para 2018, al contar en la actualidad con más de 9,5 millones. También cuenta con más usuarios vinculados -que ofrecen rentabilidades tres o cuatro veces superiores a los que no los son- de los previstos, al haber alcanzado la cifra de 4,7 millones frente a la proyección de 4,6 millones.

En cuanto a la rentabilidad sobre recursos propios tangibles (Rote), ésta se sitúa ya tres puntos por encima del objetivo del 17%. El rendimiento asciende a un 20%, un nivel que es un 33% superior al de finales de 2015, cuando anunció la hoja de ruta para tres ejercicios. Los ratios de eficiencia y morosidad de la filial, por último, están mejor que los pronósticos, al encontrarse en junio en el 33,5 y el 5,4%.

Brasil se enfrenta en los próximos meses no sólo a sus desequilibrios económicos, también tendrá que lidiar con la inestabilidad que generarán los próximas elecciones presidenciales y con los efectos del tsunami de Turquía sobre los países emergentes tras su lucha por mantenerse en pie sin necesidad de un rescate financiero.

Desde que inició su plan estratégico, la economía del país suramericano ha pasado por una recesión del 3,6% en 2016 y un leve crecimiento del 1% en 2017. Se espera que en el conjunto del presente ejercicio, el Producto Interior Bruto (PIB) aumente hasta el 1,5%.

Brasil aporta al Santander el 28% de sus ganancias. En el primer semestre, pese al tipo de cambio negativo por la caída del real frente al euro, contribuyó al grupo cántabro con 1.324 millones de euros. La filial española, sin tener en cuenta las pérdidas por los activos inmobiliarios, representó el 25% del beneficio global.

El banco cuenta con las plusvalías que obtendrá por la desinversión de Wizink Bank

La buena evolución de la actividad en el país suramericano ayudará, previsiblemente, a que la entidad que preside Ana Botín, cumpla con todas sus expectativas del plan que fue revisado en 2017. El grupo, hasta la fecha, tiene que avanzar en algunos parámetros para alcanzar sus expectativas trianuales, como son el número de clientes digitales, el ratio de capital y la eficiencia operativa, ya que se sitúan ligeramente por debajo de los cálculos iniciales. En junio, otros indicadores ya estaban en línea o por encima de las estimaciones que se fijó para finales de 2018, como son la rentabilidad y los usuarios vinculados.

En este sentido, el consejero delegado del Santander, José Antonio Álvarez sostuvo a finales de julio, durante la presentación de resultados, que "nos mantenemos confiados en llegar al 11% de capital este año". "Esperamos un crecimiento relativamente bajo en la segunda mitad del año de los activos ponderados por riesgo, mientras que la generación del beneficio permanecerá bastante fuerte", indicó. Para lograr esta meta, el banco cuenta con otras palancas, como son las plusvalías que obtendrá por la desinversión de Wizink Bank, operación que fue anunciada hace unos meses y que se tendrá que completar en la recta final de 2018.

Nuevo plan, en cocina

En estos momentos, el banco prepara el próximo plan estratégico que se presentará en otoño y que tendrá como principales desafíos el mayor impulso de los canales digitales, las consecuencias de un Brexit no negociado y la implementación de la integración del Popular. La filial británica es la tercera por importancia para el grupo español. Asimismo, otro reto reseñable es el aplazamiento de la subida de tipos de interés en Europa. No se prevé que hasta, al menos, después del verano de 2019 el BCE vaya a hacer un movimiento de este tipo, algo que la banca lleva esperando desde hace tiempo para elevar ingresos.