Santander recompra el negocio de recobros de Banco Popular por 113 millones
- Ron traspasó la actividad al grupo EOS hace un lustro por 165 millones
Eva Díaz
El Banco Santander ha recomprado el negocio de recobros del Banco Popular por 112,9 millones de euros. La operación se enmarca dentro de la criba que está haciendo la entidad presidida por Ana Botín de los negocios que mantiene el Popular a través de alianzas con terceros. El consejero delegado de la entidad, José Antonio Álvarez, ya adelantó el pasado otoño que la pauta a seguir para volcar la balanza hacia la recompra o la venta del negocio será determinar si es o no estratégico para el banco.
Así, el Santander ya ha recuperado un negocio que vendió la entidad, entonces presidida por Ángel Ron, en enero de 2013. Concretamente, el Popular cerró la venta de la actividad de recobro de deuda incumplida con el grupo europeo de servicios financieros EOS Group por 135 millones de euros. Por aquel entonces, el que era el sexto banco del país comunicó en un hecho relevante que la operación le generaría un resultado extraordinario de 133 millones de euros. La compañía europea ya era proveedor del Popular, tras haber suscrito en 2009 un acuerdo para la adquisición de la filial de recobro de Banco Pastor.
Alianzas bajo lupa
Una de las primeras recompras que hizo el Santander tras hacerse con el Popular por un euro fue adquirir el 51% de Aliseda que estaba en manos de los fondos Värde Partners y Wilson Capital. El objetivo de esta operación fue hacerse con la totalidad del ladrillo tóxico del banco adquirido para poder cerrar la venta del 51% del mismo a Blackstone por 5.000 millones de euros. La operación, aún sujeta al visto bueno de las autoridades reguladoras, podrá cerrarse antes de que finalice el primer trimestre de este 2018, según informó Ana Botín en la presentación de resultados del año.
Además, aún quedan bajo la lupa del banco cántabro tres de las alianzas más importantes que mantenía la entidad que fue presidida por Emilio Saracho. Una de ellas, y quizá la más polémica porque está sujeta, en caso de ruptura a una indemnización millonaria, es el acuerdo en materia de seguros y gestión de fondos de inversión que mantenía el Popular con Allianz. De momento, el Santander no se ha inclinado hacia ninguna lado de la balanza, aunque deja claro que está cómodo con Aegon, su aseguradora.
Las otras dos grandes alianzas de las queda dirimir su futuro son la de las tarjetas de crédito y la de los cajeros. Popular mantiene una compañía al 50% con la francesa Crédit Mutuel para la gestión de los cajeros. Del mismo modo, el banco también comparte una sociedad, en este caso tiene el 49% de Wizink, para la gestión de las tarjetas bancarias. Se trata de dos actividades estratégicas del banco, de las que, aunque el Santander concretamente guarda silencio, ya señaló su interés por los negocios core de la entidad.
Fuera de las alianzas, cabe destacar otras operaciones realizadas por el Santander tras la compra del Popular, como la venta el pasado mes de noviembre de su filial en Estados Unidos, Totalbank, al chileno BCI por 444 millones. Además de la adquisición y fusión por parte de la filial lusa del Santander de Banco Popular Portugal.
169,6 millones de euros
Es el coste que asumirá el grupo cántabro por el ERE de 1.100 empleados en los servicios centrales del Santander y el Popular, que quedará saldado en este primer trimestre del año. Finalmente, la adhesión voluntaria al mismo fue del 98%, es decir, 1.080 trabajadores, por lo que solo habrá 20 bajas forzosas. El 70% de los empleados adscritos voluntariamente al ERE son trabajadores del Popular.